lunes, 4 de agosto de 2014

Jacareí - Mensajes del Padre Eterno

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El Padre Eterno volverá a Jacareí con un nuevo Mensaje el 12 de octubre, día de la fiesta de la Virgen Aparecida en Brasil y de la Virgen del Pilar en España.  
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Indice de Mensajes


FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN Y HORA DE LA GRACIA UNIVERSAL
170ª CLASE DE LA ESCUELA DE SANTIDAD Y AMOR DE NUESTRA SEÑORA
1er MENSAJE DEL PADRE ETERNO
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(Padre Eterno):  "Amados hijos Míos, YO, el PADRE, el PADRE ETERNO, vengo hoy con Mi Hija Inmaculada y Predilectísima María, para darles Mi Mensaje a través de Mi siervo, elegido por Mí desde el principio del mundo y creado para ser mediador entre ustedes y Yo, de Mis Gracias y de las Gracias de María Inmaculada. Para ser el Signo de Mi Amor por ustedes y para conducirlos en estos tiempos oscuros de la apostasía, por el camino correcto de Mis Mandamientos y de la Santidad que Me agrada.

El Milagro del Sol, que hoy Yo, junto con María Inmaculada operé ante sus ojos, les confirma la Verdad de Nuestras Apariciones aquí en Jacareí. Mi hijito Marcos no les mintió, él no los engañó. En verdad, Nosotros estamos aquí y los que no están espiritualmente ciegos, los que no deseen permanecer endurecidos en la ceguera y que Nos buscan con corazón honesto, sincero, dócil y sediento de la Verdad, aquí encontrará la Verdad, va a encontrarnos y encontrándonos encontrará la Vida Eterna, encuentrará la Salvación.
Yo los amé antes de que ustedes Me amaran, Yo los elegí antes de que ustedes Me eligieran, Yo los quise antes de que ustedes Me quisieran, Yo los atraje a Mí del camino de la maldad y del pecado donde estaban y verdaderamente aquí Yo los colmé con las Gracias de Mi Amor y de Mi Misericordia.
Yo soy su Padre, Yo los creé, fui Yo que sopló el aliento de vida en sus cuerpos, fui Yo que tejí  cada célula, cada tejido, cada miembro de su cuerpo. Fui Yo que soplando Mi hálito de vida hice latir su corazón y soy Yo que hasta hoy lo conservo latiendo y en el momento en que Yo diga basta, él para.
Yo soy su Dios y nadie por más que quiera puede vencerme, puede oponerse a Mi Poder sin ser derribado por Mí, día más o día menos. ¡Ay de aquellos tontos e insensatos que se levantan contra Mí pensando que pueden vivir en este mundo sin Mí, que van a vivir para siempre en este mundo lejos de Mí y hacen todo lo posible para destruir la fe de Mis hijos en Mi. Porque a estos tontos e insensatos Yo mismo segaré y Mi justicia vengadora los arrojará a las profundidades del infierno, de donde nunca más saldrán y donde nunca más dejarán de sufrir para pagar a Mi justicia las ofensas que Me hicieron, por toda la eternidad.
No sean del número de estos tontos e insensatos, sino sean del número de Mis hijos que verdaderamente Me aman y Me amarán como Job, como José el de Egipto, como Isaac, como Joel, como Susana, como Ruth, como Ester, como los Profetas, como Juan, como los Apóstoles, y sobre todo, como Me amó María Inmaculada.
Sí, Yo soy su Padre, pero ustedes son tan fríos Conmigo, están tan lejos de Mí. Nunca Me hablan, nunca hablan Conmigo con la intimidad y la docilidad, con la confianza de un hijo, de un niño en su Padre, y Me dejan olvidado y abandonado.
Por eso, ahora Yo vengo en las Apariciones de Jacareí, que son la obra maestra de Mi Poder, de Mi Gracia para estos tiempos suyos. Porque atraerlos Yo mismo aún más a Mí y para volver aún más intensos, fuertes y eficaces los frutos que Mi Hija Predilectísima, la Madre de Mi Hijo Jesucristo ha producido en ustedes en todos estos años.
Vengan, por tanto a Mí, porque Yo soy su ABBA, Yo soy su PADRE. Ámenme, ámenme verdaderamente y Yo realmente les daré  a ustedes, a sus corazones toda Mi Gracia, toda Mi Misericordia.
La razón de que no reciban las Gracias de Mi Bondad, de que no reciban todo Mi Amor es porque  ustedes no Me dan todo su amor y todo su corazón. Denme todo su amor, denme todo su corazón, y Yo también les voy a dar todo Mi Amor a ustedes.
Vengan a Mí, porque ustedes son Mis semillas y Yo mismo, Yo mismo los creé, Yo mismo los llamé a la vida, les di la vida e hice que verdaderamente hoy estén aquí viendo las maravillas de Mi gran Amor por ustedes, de Mi gran Poder del Señor del Universo.
Vengan a Mí, porque realmente quiero salvarlos. Mi enemigo, el adversario se presentó ante Mí pidiendo más tiempo y más poder para ser capaz de llevar a toda la humanidad a la rebelión contra Mí y a la perdición. Yo le concedí este tiempo, Yo le di permiso para actuar más, pero le dije: haré las cuentas contigo de una vez por todas, entonces.
Ustedes está en el momento de su gran actividad, pero esto no significa que porque él tiene más tiempo y más poder, él tiene más poder que Yo. Porque Yo continúo siendo su Creador, y en el momento en que Yo decrete: seas para siempre encadenado en las profundidades del infierno y nunca más salgas para hacer daño a Mis hijos, inmediatamente esta bestia maldita y miserable será encadenada para siempre, atada para siempre y nunca más los podrá afligir.
Entonces, vengan a Mí, hijos Míos, que ahora es el momento en que a través de Mi Hija Inmaculada, los llamo de todas partes del mundo a través de Sus Apariciones aquí, a venir a recogerse debajo de Mis alas paternales. Porque así como el ave cubre a sus polluelos con sus alas para protegerlos de las fuertes lluvias, así también, Yo quiero ahora cubrirlos bajo Mis alas paternales con María, para ahí protegerlos, preservar la fe y mantenerlos leales a Mí, fieles a Mi Ley, a Mi Amor.
De cierto os digo: quien no tiene a María, la Madre de Mi Hijo por su Madre, tampoco Me tiene a Mi por Padre. No reconozco a quien no La tiene por Madre. No reconozco a los que La desprecian. No reconozco a aquellos que La persiguen en Sus Apariciones. No reconozco a aquellos que luchan para destruir lo que Ella misma hace en Mi Nombre para salvar a Mis hijos. Yo no los reconozco por Mis hijos, ni siquiera por Mis esclavos y siervos.
Por eso, esa raza maldita de satanás, esa raza de la serpiente que Yo mismo maldije en el Génesis, en la la Creación del mundo, esta raza maldita de la serpiente, del diablo, pronto será lanzada como su padre en las llamas eternas para siempre. Sí, esos infelices, Yo Mismo ejecutaré la venganza contra ellos, por todo lo que hacen contra la Madre de Mi Hijo Jesucristo, contra Sus obras y Sus Apariciones.
Quien viva verá Mi Justicia y en verdad os digo: Bienaventurados aquellos que estén a la derecha de María, aquellos que esté con Ella en Su Corazón, muy bien unidos y consagrados a Ella. Porque a estos Yo no sólo reconoceré como a Mis siervos, sino como a Mis hijos, como Mi raza, y Yo mismo e pondré sobre sus cabezas las coronas de Gloria que preparo para ustedes en la Gloria Eterna.
Continúen viniendo aquí, para que Nosotros continuemos su conversión.
Yo, el PADRE ETERNO, los bendigo hoy con María, la Inmaculada Concepción, de Lourdes, de Fátima, de Montichiari y de Jacarei.

(Marcos): "Hasta pronto amado Padre mío, mi vida, mi origen. Hasta pronto, querida Madre del Cielo. Se lo diré, sí".
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Fuente:..... http://www.avisosdoceu.tv/2014/04/mensagens-de-deus-pai-eterno-nas.html#.U9VpKqlEcn4    
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Indice de Mensajes

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203ª CLASE DE LA ESCUELA DE SANTIDAD Y AMOR DE NUESTRA SEÑORA
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MENSAJE DE DIOS PADRE ETERNO
2o MENSAJE DEL PADRE ETERNO
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(Padre Eterno): "Mis queridos hijos, Yo, su Padre, desciendo hoy nuevamente desde el Cielo, para bendecirlos y darles Mi Paz
Yo soy su PADRE, soy su ORIGEN, ustedes son Mis semillas, son Mi descendencia. Yo mismo tejí su ser, su cuerpo en el vientre de su madre. Yo mismo he creado su alma y sopló en ella Mi hálito de vida. Yo mismo he creado cada célula de su cuerpo, cada tejido y los conozco uno por uno como son.
Yo los conozco por dentro y por fuera y sondeo sus pensamientos y sus riñones, incluso cuando ustedes duermen. Yo los conozco a todos y se cuanto, cuan caros son para Mi.
YO soy su PADRE, que quiere su salvación a toda costa, por eso a lo largo de la historia les envié tantos profetas, muchos hombres santos que llamar a la humanidad de vuelta a Mí.
En la plenitud de los tiempos envié a Mi Hijo, a Mi único Hijo, Jesús, para que Él por Su vida, obras, trabajos, Pasión, Muerte y Resurrección los redimiera, reparase la ofensa hecha a Mi Divina Majestad, por sus primeros Padres. Y Él entonces los liberó y los redimió de la esclavitud del pecado y de satanás.
Ustedes realmente fueron comprados por el precio de la Sangre de Mi Hijo. Y como si eso no fuera suficiente les di a la Madre de Mi Hijo Jesucristo, a Mi hija prediletíssima para ser su Madre.  Para que Ella los cuidase, velase, los protejese y les enseñase lo que más Me agrada, lo que es santo y puro a  Mis ojos. Lo que es correcto, justo y recto en Mi Presencia, porque de esto Ella siempre fue Maestra y verdaderamente les puede enseñar lo que Me agrada, lo que es justo y santo a Mis ojos.
Sí, del modo en que José, el padre adoptivo de Mi Hijo Jesucristo, del modo en que él protegió y cuidó a Mi Hijo, pueden tener un ejemplo de cuánto los amo, lo mucho que los protejo y cuánto quiero salvarlos de todos los males cualquiera que sea el costo, sobre todo de lo peor de todo: el pecado y la condenación eterna.
Yo, su Padre, quiero verdaderamente santificarlos, Yo quiero habitar en su corazón, Yo quiero ser su PADRE y quiero que ustedes sean Mis hijos. Pero con el pecado, ninguno de ustedes puede ser Mi verdadero hijo. Porque el pecado los hace pertenecer a los descendientes de la serpiente infernal, de Mi enemigo, del rebelde y con el pecado pierden toda la semejanza Conmigo.
Yo prefiero aquellos hijos que más se esfuerzan por ser santos, puros, conforme a Mis Mandamientos, conforme a Mi Voluntad. Los que no son condescendientes con el mal y el pecado, los que todos los días emulan a los santos para ser santos, los que se esfuerzan por caminar en justicia y en rectitud en Mi Presencia, esos son los hijos que Yo más prefiero, aunque Yo ame a todos los hombres y quiera la Salvación de todos ellos.
Prefiero aquellos que tienen verdadero amor por Mí. ¿Y cuál es el verdadero amor por Mi que quiero de ustedes? Es aquel amor que les hace temer cometer incluso el menor pecado para no ofenderme, para no hacerme sufrir su pérdida. Éste es el amor que Yo quiero, éste es el amor que Yo busco en Mis hijos y no en encuentro.
Recorrí con Mi Hijo Jesús y Mi hija prediletíssima María, la Madre de Mi Hijo, recorrí el mundo entero en busca de diez almas así, y no encontré ni diez.
Porque los hombres tienen el corazón dominado por el pecado, las serpientes venenosas del pecado están anidadas en ellos. Y cada vez que Me acerco a ellos, todo lo YO encuentro es pecado, pecado, pecado. Desamor, desamor, desamor. Impureza, impureza, impureza. Mentira, crímenes, odio, violencia y todo tipo de pecados que Me ofenden. La sensualidad en lugar de embellecer los cuerpos, los afea, afea las almas ante Mí. El orgullo de la carne, la soberbia de la vida, la concupicencia, llenan los corazones de los hombres y los transforman en una imagen arruinada por completo, desfigurando totalmente aquella imagen bella, pura y santa que YO había dado al hombre cuando lo creé.
Vengan hijos Míos, vengan a recuperar esa imagen destruida, vengan a Mí para que uniéndolos  Conmigo puedan recobrar la inocencia, la pureza, la humildad, el amor y las virtudes de manera que así puedan de nuevo asemejarse a Mi.
Con tristeza veo cuánto se apartaron de Mí, que diferentes son de Mí, ya no tienen ninguna semejanza Conmigo.
Y ahora es el momento de volver, de volver a recuperar la santidad, que los hace similares a Mí y Mis verdaderos hijos.
Sí, Yo estoy de brazos abiertos como el Padre del hijo pródigo, para recibirlos de vuelta.
Vengan a Mí y Yo les daré de nuevo el vestido de la pureza, que les quitará los harapos, sucios y manchados de la impureza.
Vengan a Mí y Yo les daré nuevamente el anillo de la santidad y del amor perfecto, las sandalias de la justicia y de la rectitud,  -dándoles a ustedes que ahora tienen una apariencia destruida por el pecado, por el diablo, el patron cruel,-  dándoles una nueva hermosura, una nueva belleza y verdaderamente los reconoceré por Mis hijos y los haré verdaderamente herederos de todos Mis bienes, de todas Mis posesiones.
Vengan a MÍ, hijos Míos, pero no vengan con soberbia como muchos hoy en día pretenden, pensando que Yo los recibo si vienen a MI directamente con arrogancia, con orgullo y altivez, sin ver sus miserias, sus pecados y su cara sucia por su pecados.
Vengan a Mí por MARIA, Mi Hija predilectísima, la Madre de Mi Hijo. Vengan a Mí, y Yo los recibiré, porque si vienen a Mi por Ella, si Ella Me pide por ustedes, entonces, los recibiré, los abrazaré, y les restituiré la belleza que tenían antes de arruinar sus almas con el pecado.
En Verdad les digo: el pecador que soberbiamente viene a Mí sin MARIA, a ése YO lo rechazo, YO lo repelo, YO vuelvo Mi Rostro contra él. Pero aquel que viene a Mí por María y con Ella, a ése le lanzaré una mirada de compasión y amor. Aquel que Yo realmente vea esforzado, esforzandose por convertirse, por seguir los consejos de María, aquel que Yo verdaderamente vea siguiendo los ejemplos de la Virgen María, tratando de seguir esos ejemplo, imitando Sus Virtudes, a pesar de tener flaquezas todavia, a ése Yo lo Recibiré, Yo lo perdonaré y le daré todas las Gracias necesarias para que se convierta de su pecado y sea santo.
Mis ojos se posan ahora sobre ustedes, Mi pueblo amado y elegido, cuánto tiempo los esperé aquí. Sí, ustedes estaban en el pecado, perdidos. Y Mi Amor juntamente con María, con Mi Hijo Jesús y el Espíritu Santo, Nuestro Amor planeó su conversión. Planeó su Salvación y de mil maneras Nuestro Amor los atrajo hasta aquí. Nuestro amor en designios misteriosos de Amor los ha hecho finalmente conocedores de Nuestra Venida a aquí, a este lugar santo y elegido. Y nuestro amor los atrajo aquí, aquí los perdonó, los curó, los elevó, los embelleció y perfumó con Nuestros Gracias, con las Virtudes que Me son tan queridas y con toda la unción de Mi Espíritu.
Sí, aquí verdaderamente Mi Amor Paterno se manifestó a ustedes con todo Su esplendor, con todo Su Poder y con toda Su Potencia. Sólo no se salvarán si ustedes no lo desean, porque de Mi parte, aquí, no negué nunca a nadie Mi auxilio, Mi Gracia y Mi protección.
Así que hoy os digo: Vengan a Mí mientras todavía Me dejo encontrar por ustedes. Vengan a Mí, mientras Yo todavía estoy cerca. Vengan a Mí mientras que todavía me dejo tocar por ustedes. Para que así verdaderamente su alma pueda escapar de la muerte y el pecado, y pueda revivir exactamente como en aquella visión que di a Mi profeta. Él vió un campo lleno de huesos, huesos de muertos. Y Yo soplé Mi Espíritu sobre los huesos y los huesos criaron carne y tejidos, y nervios, y órganos y piel. Y aquellos muertos volverán a la vida para alabarme y bendecirme.
Sí, esto es lo que quiero hacer con ustedes. Por eso, vengan a Mí mientras todavía estoy cerca de ustedes y Me dejo encontrar.
Vengan a Mí decididos por su conversión, pues a aquellos que elijen su conversión, a ésos Yo les doy Mi Misericordia. Pero aquellos que quieren mantener una parte secreta de su corazón para el pecado y afectos pecaminosos secretos, a esos Yo rechazo y con ésos no puedo unirme, porque ellos tienen su corazón ocupado por Mi enemigo.
Vengan a Mi que tanto quiero amarlos, salvarlos y elevarlos.
Tengan cuidado porque Mi adversario, el diablo, está a su acecho, está emboscado estudiando sus debilidades, estudiando su comportamiento en la vida cotidiana, trazando un plan perfecto, para hacerlos caer precisamente en esas debilidades a las que todavia no quieren renunciar. Para que no caigan en sus garras, en pecado mortal y así no pierden Mi Gracia, Mi amor y la Salvación, les pido: velen y oren siempre, mediten los Mandamientos que les di a través de Moisés, hace tantos miles de años para que fuesen la luz de sus ojos, de su corazón y los signos que les muestran, que les indican el camino correcto.
Ellos les hacen ver todo a lo que deben renunciar y tambien las buenas obras, las virtudes que deberían practicar para ser agradables y santos a Mis ojos.
Sigan la vida de los Santos, imiten sus virtudes, para que así el diablo se encuentre verdaderamente paralizado ante ustedes y no tenga ninguna brecha por donde penetrar a sus almas y cegarlos con su humo.
Recen el Santo Rosario todos los días, porque es la oración por la cual, -a través de Mi Hija predilectísima MARIA-, Yo más quiero salvarlos en estos tiempos. Yo di el Rosario al mundo a través de Ella y de Mi Hijo Jesús en la Aparición a Mi Domingo (*), para que a través de los Misterios de su Salvación, ustedes pudieran tener poderoso escudo contra todos los dardos de satanás. Pudieran tener la fuerza interior que les da el amor por las cosas santas, y el desprecio por todos los pecados y las cosas mundanas. Les di el Rosario que él fuese la luz que siempre habría de iluminar, aligerar su corazón y su alma, desterrando toda ceguera espiritual de sus ojos, de su corazón. Yo les di el Rosario para que él fuese el medio más eficaz de desterrar todos los vicios y malos hábitos de su vida.
Y por eso les digo: quien rece el Rosario no perecerá. Quien Me sirva, sirviendo a María Mi Hija predilectísima, rezando el Rosario todos los días no caerá en pecado mortal, y si cae logrará salir, se enmendará de su pecado, verdaderamente se convertirá llorando lágrimas sinceras y verdaderamente retomará el camino de la virtud.
Quien Me sirva, sirviendo a María, rezando el Rosario todos los días, no hará las obras que el diablo quiere, sino solamente hará las obras de Salvación que tanto Me agradan y que son tan perfectas y hermosas a Mis ojos.
Quien Me sirva, sirviendo a María, rezando el Rosario todos los días, no hará las obras de la carne, sino verdaderamente hará las del Espíritu, produciendo muchas obras santas para la Salvación no sólo de sí mismo, sino de muchas y muchas almas en todo el mundo.
De cierto les digo: aquí en estas Apariciones, Yo les probé Mi Amor como nunca antes había hecho en toda la historia de la humanidad, desde que envié el Verbo, Mi Hijo y Él se encarnó en el vientre de María, haciéndose hombre-Dios, para la Salvación de ustedes.
Sí, en Verdad aquí Mi Amor se derrama sobre ustedes como un diluvio y nadie puede quejarse de Mí, ni de que faltó de Mi Gracia en estos veintidos años, casi veintitrés de estas Apariciones.
Aquí, por medio de Mi Hija predilectísima María, de Mi propio Hijo Jesús, de los ángeles y de los santos que envié aquí, Yo les di Gracia sobre Gracia, Bendición sobre Bendición, Sabiduría sobre Sabiduría, luz sobre luz. Y si alguien estuvo ciego, si alguien cayó, si alguien fue infiel, fue por su vileza, o fue por su culpa, por su debilidad e infidelidad, no por falta de Mis auxilios.
Yo Verdaderamente, aquí, en la persona y en la obra de Mi hijito Marcos, reflejé a lo largo de los años Mi Santidad, Mi Perfección Divina, Mi rectitud y justicia. Y mostré todas las obras que Me agradan y las que Me desagradan, la senda que Me agrada y la senda que Me desagrada. Y les enseñé a ser verdaderos hijos Míos, santos como Yo, semejantes a Mí.
Sí, Yo vine aquí por Mi hijo Marcos, fueron sus obras que Me atrajeron, fueron los méritos de estas obras que ha hecho por Mí, por Mi Hija predilectísima María, por Mi Hijo Jesús, por el Espíritu, a lo largo de todos estos años, que Me atrajeron a ustedes. Su amor a Mi fue lo que Me atrajo aquí y eso Me hizo venir aquí, en primer lugar, para santificarlo. En segundo lugar, para santificarlos a ustedes y ahora verdaderamente terminar lo que María comenzó en Mi Nombre. Y en tercer lugar para preparar en ustedes, para Mí, un pueblo santo, para que cuando Mi Hijo regrese en las nubes del cielo, Él entonces, Me los entregue a Mí como primicias Suyas, como un don verdaderamente precioso, fruto de la Redención realizada por Él, para Mi Honor, Gloria y Alabanza.
Sí, Yo vine aquí por Mi hijito Marcos y en cada obra que ha realizado a lo largo de estos años, en cada uno de los más de tres mil Cenáculos que él hizo por Mi Amor y por Amor a María. En los vídeos de las Apariciones de María, que son la Obra Magna de estos últimos tiempos, que Yo realizo para su Salvación. También en la vida de los santos, en los bellos Rosarios que tanto encantan y consuelan Mi Corazón. En las Horas de Oración que él hizo y en todo lo demás. Sí, estas Horas de Oración, estos Rosarios meditadoa que Me deleitan, que Me reconfortan, que Me alegran cuando Me siento triste.
Sí, cuando miro los pecados del mundo y Mi Corazón se entristece y siento un tremendo dolor por la maldad de los hombres, Yo Me vuelvo a este lugar, Yo Me vuelvo hacia ustedes, y al escuchar los Rosarios meditados de  aquí, los Rosario meditados que ustedes rezan, Mi Corazón se alegra de nuevo. Olvido los dolores que Me dan los pecadores, olvido los disgustos que Me dan Mis hijos y Mi Corazón se alegra y se regocija. Y más aún Mi Corazón se regocija cuando veo a Mi hijito Marcos haciendo estos Rosarios, estas Horas de Oración, estos vídeos de los Santos y de las Apariciones, que tanto Me agradan. Pues veo verdaderamente tengo un siervo fiel en la Tierra, tengo un hijo obediente, tengo un alma que es realmente celosa en el cumplimiento de Mi Voluntad, que se ocupa con Mis cosas y que no tiene el orgullo de la carne, la vanidad, la concupicencia, la soberbia de la vida.
Entonces, Mi Corazón se alegra, Mi Corazón se regocija, y cuando los veo a ustedes rezando estas oraciones en familia, ustedes secan las lágrimas que los pecadores Me hacen derramar y retiran de Mi Corazón las espadas que ellos Me clavan con el dolor que Me dan por sus pecados diarios.
En verdad ustedes Me consuelan y por eso aquí Yo soy tan pródigo con ustedes, los bendigo siempre más.
Y ahora, hoy, los bendigo de nuevo derramando sobre ustedes Mi Santo Espíritu de Amor y diciéndoles en Verdad: los amo pueblo Mío, los amo generación y en ustedes busco sólo y únicamente el amor sincero. Vengan a Mí con este amor y derramaré sobre ustedes la abundancia de Mi Paz, Mi Gracia y Misericordia.
A todos en este momento bendigo, por María y con María con todo Mi Amor y toda Mi Gracia y Misericordia ".
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(*) - Domingo de Guzmán
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Indice de Mensajes

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                                         MENSAJE DE DIOS PADRE ETERNO
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CONMEMORACION DEL 23º ANIVERSÁRIO DE LAS APARICIÕNES DE JACAREÍ 

229ª CLASE DE LA ESCUELA DE SANTIDAD Y AMOR DE NUESTRA SEÑORA

3er MENSAJE DEL PADRE ETERNO

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(Marcos): " Señor mío y Dios mío, mi creador y mi todo, Te amo con todo mi corazón. Te pido que aumentes aún más mi amor y el amor de todos los que están aquí presentes por Ti, para que seamos santos a Tus ojos. Y para que nuestros corazones Te amen y sirvan todos los días de nuestra vida en santidad, en fidelidad y con todo el amor de que somos capaces, para que así, oh Padre, se haga en nosotros Tu Voluntad y nosotros seamos aquello que Tú deseabas que fuésemos desde el principio, cuando nos creaste. Razón de mi vivir, razón de mi ser, mi origen, mi Dios. Aquél del Cual salí, del Cual yo vengo, Te amo y Te adoro y Te doy ahora mi corazón y el sí de este corazón que desea más que nada, amarte. ¿Puedo pedir lo que quiera? Entonces yo Te pido la Salvación Eterna de todos los que están aquí hoy. Gracias Señor, diré a todos que si no pecan, que si no contrarían Tu Voluntad, que si no estropean todo con el pecado, tendrán todas las Gracias necesarias para su Salvación y sin duda serán salvos. Sí, diré, diré que vas a dar Gracias especiales a los que están aquí para que se salven ".
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 (Padre Eterno): "Mis queridos hijos, Yo, el Padre, su Creador estoy contento de estar de nuevo con ustedes y darles Mi tercer mensaje y la tercera Bendición. No pueden imaginar cuánto los amo y cuánto los quiero. Ustedes son Mís elegidos, escogidos para estar aquí en Mi Hora.
De cierto les digo: Llegó Mi Hora y es por eso que estoy viniendo a Jacareí para decirles que los amo y quiero su Salvación a cualquier precio. No vengo a condenar, sino a ayudarlos. No vengo a echarles en caras sus faltas, aunque bien tendría razón y fuera justo hacerlo. Sino vengo sólamente para extenderles Mi mano y para decirles que el Cielo está abierto para ustedes, que la Salvación se ha acercado a ustedes, y ustedes pueden alcanzarla con las manos.
 Basta que Me den su "sí", Basta que Me entreguen su corazón y Yo los convertiré en esa obra maestra, perfecta y maravillosa que Yo tanto deseé que el hombre fuera desde el principio. Obra que fue estropeada por el pecado, arruinada por satanás, Mi enemigo. Mas que en la Virgen María, Mi Hija predilectísima y Madre de Mi Divino Hijo, Yo restauré, Yo creé perfecta y hermosa, espléndida y gloriosa para que todos pudieran ver en Ella, la Belleza, la Gloria, la Perfección y la Santidad que Yo deseo de todos ustedes.
Vengan a Mí y Yo los santificaré. ¿Qué será imposible para Mí? Yo, que soy Dios, que abrí el mar para Moisés y el pueblo elegido, ¿qué será imposible para Mí?. Yo que soy Dios, que hice que de una piedra saliese agua para saciar la sed de Mi pueblo. Yo que hice caer el maná del Cielo para saciar el hambre de Mi pueblo escogido, de Mís hijos, ¿qué será imposible para Mí, Yo que hice que por medio del profeta Elías que el aceite de la viuda de Sarepta nunca terminara? Yo que verdaderamente soy Dios de lo imposible, Yo puedo santificarlos a ustedes con apenas un soplo de Mi boca.
Quiero hacerlo, pero deseo su 'sí' y su cooperación, tienen que resistir al pecado y colaborar con la Gracia. Esta es la condición para que el hombre se salve. No exijo que haga grandes hazañas, sólo que resista al pecado y colabore con la Gracia.
Si renuncia al pecado y acepta Mi Gracia, esforzándose cada día para vivir de acuerdo a Mi Voluntad, Yo haré el resto. Porque no está en su poder derrotar solos al demonio y al pecado, sino que está en Mi Gracia. Y Mi Gracia Yo la daré a aquel que Yo vea queriendo, deseando Mi Gracia y colaborando con esta Gracia para que Ella triunfe en su corazón.
Sólo deseo esto: docilidad a Mi Gracia. No es imposible ni difícil. No digan que lo que Yo les pido es demasiado alto para ustedes, porque nunca pedí cosas imposibles del hombre, sólo le pido su docilidad a Mi Gracia y el resto esta Gracia lo hará.
Yo los amo tanto y hoy quiero su conversión. No sean recalcitrantes como era Mi pueblo elegido siguiendo a Moisés en el desierto. Aquel  pueblo protestaba contra todo lo que Yo hacía por su bien: si le enviaba Mana se quejaba, si hacia brotar agua de la piedra reclamaba. Y nada para el pueblo, nada  lo satisfacía y por nada Me daba Honor, Gloria y Alabanza.
Mis palabras eran protestadas por ellos, Mis Mandamientos fueron rechazados por ellos hasta el punto de que Mi siervo Moisés arrojó sobre ellos las Tablas de los Mandamientos.
No sean de corazón duro, no sean de cerviz dura, no sean tercos como aquel pueblo. Sino tengan en el corazón la docilidad que Yo busco, la obediencia que Yo busco, la colaboración y la correspondencia que Yo busco.
Yo estoy cansado de buscar por todas partes en la Tierra con María, la colaboración, el amor, la obediencia, y no encuentro. Por lo menos aquí en ustedes, Me parece que Yo encontré en ustedes el "sí" de María, presente en todo momento, que Me es dado en todo momento con Ella, por Ella y en Ella, porque es lo único que Yo busco en ustedes, su 'sí'.
No sean como Mi pueblo escogido del desierto que Yo tanto amaba, pero que continuamente Me traspasaba con sus palabras rebeldes, con su terquedad y su desobediencia que los hacía tan indignos de Mi Gracia
Renuncien a esa naturaleza mala, a esa naturaleza corrupta, a esa naturaleza similar a la de aquel que Yo expulsé de Mi Presencia en el Cielo y que convirtí en el más abyecto de todos los seres del universo, el rebelde desde el principio.
  No sean como él, no! Aseméjense a María, Ella que fue Aquella en la que siempre he encontrado: Amor, colaboración, el sí. Ella, con la que en cada momento Yo podia contar para todo lo que quería hacer. Sean así, para que Yo pueda realmente hacer Mi Voluntad en ustedes.
Vengan a Mí y no sean como aquel pueblo que mataba a Mis profetas. Yo envié Profeta tras Profeta, mensajero tras mensajero y que es lo que hicieron aquellos hijos Míos? Aquel, Mi pueblo escogido? Los mataban uno por uno y silenciaban Mi Voz en ellos uno a uno, para que pudiesen vivir tranquilamente en paz con sus pecados.
  Esta generación de ustedes hace lo mismo con los profetas que Yo envío, Mis amados ángeles, Mis ángeles elegidos, los videntes de María, Mis Videntes, éste Mi hijo Marcos Tadeu.
  Su generación los mata con sus críticas infundadas, con sus ataques viles y rastreros con sus agresiones verbales y físicas, con su libertinaje y su sordera a su voz. Esta generación los mata verdaderamente con su indiferencia, su frialdad y dureza de corazón.
¿Cuántos se encogen de hombros diciendo: "¿Qué me importa lo que Dios está hablando por éste o por aquél, eso no me interesa. Dios está muerto. Él no existe y no gobierna nada más. No debemos esperar nada sino una vida corta, así que aprovechemos y experimentemos todas los goces, placeres y pecados, porque pronto moriremos. '
Oh generación tonta! Oh generación satánica! ¿Quién te dijo que estoy muerto? Yo estoy vivo e incluso les mostré aquí en la Fiesta de la Inmaculada Concepción de la Madre de Mi Hijo, el Milagro del Sol antes de Mi Aparición, para mostrarles que no sólo estoy vivo, sino que nunca he estado tan cerca de ustedes como ahora.
Hice aquel gran prodigio para que se convencieran de que no sólo no estoy muerto, estoy Vivo y nunca he estado tan cerca de ustedes como ahora en estas Apariciones.
Por eso, sólo no se va a salvar aquel que realmente permanezca delante de Mí como un bloque de piedra insensible, aquel que sea malo como un demonio y al mirar hacia Mi no tenga ni un suspiro de amor. Porque para todos, para todos vengo aquí extendiendo Mi mano y ofreciendo la oportunidad para la Salvación.
Miren que Yo podría venir aquí para castigarlos según sus pecados, ahora mismo con un solo movimiento podría hacer que todos sus corazones dejen de latir. Y así serían castigados en Mi Presencia. Pero no quiero hacerlo, porque no soy un Dios de muertos, sino de vivos. Yo quiero que vivan en Mí y Yo viva en ustedes. Quiero que se unan Conmigo por los lazos indestructibles del Amor, es ese el Amor perfecto que quiero de ustedes. Y por eso vengo para ofrecerles todas las Gracias y Auxilios de Mi Diestra por medio de María, para que sean santos y verdaderos hijos Míos .
Vengan a Mí por la oración sincera. Vengan a Mí por la oración continua. Vengan a Mí por la Oración sencilla como la de Mi hijo Marcos, como la de los pastorcitos de Fátima, como la de Mi hijita Bernadette de Lourdes, como la de los pequeños que escogí para ser los portavoces ante el mundo.
Vengan a Mí simplemente y Yo vendré a ustedes verdaderamente y quitaré toda la tiniebla que los oscurece y los llenaré de Luz.
Ustedes no se pueden imaginar con cuanto amor los creé, con cuánto amor Yo mismo tejí cada órgano, cada parte de su cuerpo. E incluso cuando ni siquiera tenían consciencia, Yo  los amaba desde el vientre materno y ya los predestinaba para estar aquí en Mi Presencia, en Presencia de María para que aquí recibiesen todas las Gracias y todos los Bienes de Mis manos.
No se pueden imaginar tampoco de cuántos peligros a lo largo de su vida los libré, de cuántas emboscadas de Mi enemigo los preservé.
No se pueden imaginar cuántas Gracias desde el amanecer hasta la puesta del sol, desde  el despertar  al adormecer, todos los días les he dado. Y la mayor de todas ellas es estar aquí, estar vivos para estar aquí en Mi Presencia hoy aquí escuchando esta canción de Amor que sale de Mi Corazón para todos ustedes.
Esta canción de Amor que estoy entonando aquí en este lugar hace veintitrés años, por medio de la Madre de Mi Hijo, de Mi propio Hijo, de Mi Espíritu, de Mis Ángeles y de Mis Santos.
Pero, por desgracia en sus oídos hay una piedra, en sus oídos hay una piedra de incredulidad, de dureza de corazón, de escepticismo, de indiferencia y de frialdad satánicas, que les impide oir esta canción de Amor, comprender esta canción de amor y corresponder a este amor cantando con Nosotros esta misma canción.
Por eso hoy los invito a la conversión verdadera, la verdadera vuelta a Mí, para que puedan cantar Conmigo esta Canción de Amor, es decir, para que sean santos como Yo soy Santo, para que sean puros como Yo soy puro, para que estén llenos de amor como Yo estoy lleno de amor.
Es para eso que he venido a llamarlos y a atraerlos más cerca de Mí. Que nadie tenga miedo de acercarse a Mí, porque Yo soy su Padre amoroso. Yo también soy justo: castigo los pecados de los pecadores obstinados en esta vida y en la otra, en esta con sufrimientos, y en la otra con el fuego del infierno.
Pero el castigo Yo sólo lo aplico después de ver frustrados todos Mis intentos, todos Mis esfuerzos para que el pecador se reconcilie Conmigo.
Quiero que se reconcilien Conmigo, Yo soy su Padre Reconciliador. Quiero que se reconcilien Conmigo a través de María, la reconciliadora de los pecadores. Quiero que realmente se entreguen en Mis brazos para que derrame sobre ustedes el Océano de Mis Gracias. Y así, caminen en santidad sobre la tierra todos los días, guardando Mis Mandamientos y viviendo rectamente delante de Mis ojos.
Sus familias se han convertido en antros de pecado, en cuevas de demonios, en nidos de serpientes infiernales. Están completamente invadidas por Mi enemigo, porque desterraron la oración de sus hogares. Y han colocado en su lugar sólo programas y canciones indecentes, lecturas inmorales, juegos y cualquier cosa que pueda distraerlos y apartarlos de Mí, que soy la única fuente de Paz para ustedes y sus familias.
Vengan a Mí, porque quiero restaurar sus familias, quiero curarlas para que se vuelvan santas, hermosas, llenas de Amor y de Paz, de unidad. Y sus familias se conviertan en aquello mismo que Yo quería que fuesen cuando las creé: jardines de Amor, de santidad, que  Me ofrecieran almas llena de Amor en las cuales Yo pueda hacer maravillas.
Yo deseo almas llenas de Amor, quiero niños, jóvenes, hijos puros, llenos de Amor hacia Mí, para que pueda hacer en ellos Mis maravillas y a través de ellos mostrar al mundo Mi Rostro lleno de Amor y de deseo de salvar a todos.
Ustedes mismo muchas veces despreciaron Mi amor, despreciaron la herencia que les había dado desde su Bautismo, despreciaron todos los bienes sublimísimos que les ofrecí cuando los adopté como hijos Míos. Y menospreciaron el Cielo que preparé para ustedes, para aceptar las ofertas nefastas e impuras de Mi enemigo. Por unos pocos instantes de placer, de  pecado, por una pequeña satisfacción inmunda, ustedes desistieron a toda la herencia que Yo les tenía preparada. Escuspieron en Mi cara con desprecio, despreciando Mi Amor y rechazándome de sus vidas.
Y Yo con Mi Corazón despedazado y aplastado por ustedes, lloro por ustedes, e incluso cuando Yo quería condenarlos, mandarles un castigo repentino por su ingratitud, no podía hacerlo, porque María, su Madre, su defensora, se colocaba ante Mí, derramando Lágrimas de Sangre,  rogando por ustedes,  pidiendo luego que Yo descargase sobre Ella Mi Justa Ira,  pero dispensando a Sus hijos ingratos. Y Yo entonces los perdonaba con un Corazón lleno de Amor por Ella.
Vean cuánto Ella los ama, y ​​vean también cómo La hirieron con sus pecados, como La hicieron sufrir. No sean más perros ingratos hijos Míos, porque todos los que fueran perros ingratos, serán expulsados de Mi Reino, será excluídos de Mi mesa y no se sentarán con Mis elegidos en Mi Reino para degustar el Banquete Eterno que para ustedes, para todos preparo.
Sean fieles, sean agradecidos y en todo tiempo y lugar ríndanme Acción de Gracias a Mí, a María, porque nosotros tuvimos para con ustedes una Misericordia casi ilimitada y casi infinita y ustedes no hacen, ni hacen caso de eso. Ahora es el momento de mostrar con obras que están reconocidos.
Deseo que salgan, deseo que recorran todos los caminos del mundo llevando Nuestros Mensajes, llevando a todas las familias Mi llamado a la conversión que les hago aquí. Llamen a todos, convoquen a todos a venir y a conocer Mi amor, a conocer Nuestros Mensajes dados aquí, porque a todos quiero salvar. Y porque el tiempo que les di para su conversión ahora está verdaderamente en los últimos granos de arena, pronto a terminar. Y en breve Mi Misericordia dará lugar a Mi Justicia para poner fin a todos los pecados que ahora los hombres enloquecidos y amigos de Mi enemigo cometen sin cesar.
  No puedo más soportar tanta maldad, Mi paciencia se está acabando, ya no puedo tolerar tantas crueldades cometidas contra María, contra de Mi Hijo.
Ya no puedo soportar tantas traiciones a la Verdad revelada por medio de Mi Hijo,de  María, de los Apóstoles en Mi Iglesia.
Ya no puedo soportar la traición de los mismos pastores que escogí, del pueblo que a través de Mi Hijo amé, consagré.
Ya no puedo tolerar las traiciones del  pueblo redimido por Mi Hijo.
Ya no puedo tolerar tanta maldad, tantos pecados y tantas transgresiones a los Mandamientos que Yo mismo les di.
Mi Ley es  pisada por los pies de los hombres y Mi Nombre es blasfemado, insultado e incluso maldito todos los días. Por eso, Yo  vendré a poner el freno definitivo a todas estas atrocidades y purificaré la tierra con Mi fuego y después de él será una tierra de paz, tierra de Amor. Y ustedes que fueron fieles entrarán en esta Nueva Tierra, entrarán en este nuevo mundo, Mi mundo, el mundo de María. Y entonces todas sus lágrimas serán borradas, nunca más sufrirán, nunca más serán molestados por Mi enemigo, ni por mal físico o espiritual alguno. Experimentarán un tiempo muy largo, muy grande, muy hermoso y muy intenso, de santidad.
No habrá más pecado: la impureza, la pereza, la lujuria, la codicia, el orgullo, las guerras, la violencia y todo tipo de maldad serán desterrados con su autor a las llamas de las cuales nunca más saldrán.
Y ustedes vivirán la verdadera Vida en Mí, en toda su plenitud ya en carne mortal como los bienaventurados la viven Conmigo en el Cielo. Experimentarán delicias en vuestros corazones. Cuando recen sentirán Mi Presencia en una forma nunca antes experimentada en la humanidad. Vivirán una unión Conmigo similar a la que vivieron Moisés y Mis Profetas. Yo estaré en ustedes, y ustedes estarán en Mí. Yo viviré en ustedes y ustedes vivirán Conmigo. Yo los guiaré yendo delante de ustedes como guié a Mi pueblo electo en el desierto.
  Así será su vida Conmigo después de Nuestro Triunfo, por eso esfuércense hijos Míos para renunciar  al pecado y convertirse, porque no se pueden imaginar las maravillas que preparo para ustedes en la vida que ha de venir y en la Gracia maravillosa del Nuevo Cielo y de la Nueva Tierra que estoy preparando y traeré para ustedes en breve.
Cada uno de ustedes que están aquí fueron elegidos y escogidos para esta Gracia, no estropeen todo con el pecado, ahora que falta tan poco tiempo para llegar a esta Tierra Prometida que Yo preparo para ustedes, a esa Vida maravillosa Conmigo, a ese tiempo de  Santidad y Paz
Amen el Rosario de María, porque aquellos que aman Su Rosario, así como todos los Rosarios y Horas de Oración que Ella les dio aquí, traen sobre la frente la señal de Ella y Mi Señal. Yo los reconozco por Mi escogidos donde quiera que estén y donde quiera que vayan y sobre ellos Mi mirada está continuamente fija para guardarlos, iluminarlos, protegerlos, defenderlos y librarlos de todo mal.
  En sus tribulaciones y sufrimientos no digan: 'Dios no existe, Dios me ha abandonado, Dios me permitió sufrir porque Él ya no está aquí. " ¡Oh, no! Cuando sufren, Yo sufro con ustedes. Cuando lloran Yo Me compadezco de ustedes. Y cuando están aplastados bajo la cruz Yo Me inclino sobre ustedes para consolarlos, como Me incliné sobre Mi Hijo caído en el camino del Calvario. Y así como Yo Me inclinaba sobre Él para confortarlo, también María se inclinaba para consolarlo. Y Ella también se inclina para consolar el sufrimiento de ustedes. Nosotros no estamos lejos de ustedes en el sufrimiento, aunque permanezcamos callados.
Sino estamos junto a ustedes y ustedes podrán sentir nuestro Amor si con fe estuvieran firmes, resistentes, tuvieran paciencia y comprendieran que ciertas cruces que les permito, las permito no porque los odio, sino porque los amo, porque es la única manera de purificarlos del pecado y aproximarlos más a Mí.
Crean en eso y el sufrimiento dejará de ser un enemigo y se convertirá en un puente que los hará llegar junto a Mí.
Yo los amo mucho, quiero su salvación a toda costa. No maten más a Mis Profetas como hizo el pueblo del Antiguo Testamento, escuchan lo que Mis Mensajeros, los Mensajeros de María les dicen en Mi Nombre.
Sigan por el camino de la Oración, de la Renuncia y de la Penitencia, que a través de ellos Yo les enseño y les muestro por qué este es el único camino,  camino estrecho que los lleva a la Vida y pocos entran por él, quieren ir por él. Pero no se ilusionen porque detrás de la senda larga y espaciosa de los placeres mundanos que Mi enemigo les ofrece está su número, el "666 ", el número de la bestia. Y los que van por ese camino toman sobre su  frente esta señal, y a estos Yo rechazo porque son réprobos, traicionaron Mi Amor y no quisieron venir hasta Mí por el camino real de la Santa Cruz: de la renuncia a sí mismo, de la paciencia, del sufrimiento, de la fe en Mí, por encima de todo dolor, por encima de todas las cosas.
YO, el SEÑOR, los amo y quiero ahora bendecirlos por MARIA, con MARIA y en MARIA.
Los bendigo a todos, a sus familias, a sus propiedades, sus hogares, sus ciudades, sus tierras, sus cultivos, sus negocios y trabajos, para que en todo Mi Bendición esté presente y los lleve a hacer todo Conmigo, por Mí y en Mí y los lleve siempre más por el camino de la santidad y del perfecto cumplimiento del Mi Plan de Amor que tengo para ustedes.
Los bendigo ahora con Amor derramando  sobre ustedes todas Mis gracias y Bendiciones Paternales ".
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VIERNES SANTO DE PASION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
257ª CLASE DE LA ESCUELA DE SANTIDAD Y AMOR DE NUESTRA SEÑORA
MENSAJE DE DIOS PADRE ETERNO

4o MENSAJE DEL PADRE ETERNO

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(Padre Eterno):  "Queridos hijos, hoy, día en que Mi Hijo Jesús murió en la cruz por ustedes, vengo de nuevo para darles Mi Amor y para llamarlos a la conversión: Arrepiéntanse! Arrepiéntanse! Arrepiéntanse! No renueven más la dolorosa Pasión de Mi Hijo Jesús.
No se pueden imaginar lo mucho que sufrí en el Cielo viendo morir a Mi Hijo a por ustedes en la Cruz. Él vino para pagar su deuda para reparar Mi Majestad ofendida por el hombre con el pecado original y para eliminar la sentencia de muerte eterna que se cernía sobre todos ustedes.
Con Sus dolores y sufrimiento Mi Hijo abrió nuevamente las puertas del Cielo para ustedes y de nuevo los reconcilió Conmigo.
Soy el Padre de ustedes y Yo les di a Mi Hijo, para que por medio de Él todos ustedes fuesen salvos.
Después de que Yo he dado a Mi Hijo Jesús al mundo ningún hombre puede dudar más de Mi Amor, de Mi Amor por la humanidad, de Mi Amor por cada uno. Cuánto los he amado, Yo no puedo expresarlo con palabras mortales.
¿Qué padre daría a su único hijo para salvar a sus enemigos? Si ustedes no tiene el coraje de dar la vida de su hijo, de sacrificarlo para salvar a sus amigos, mucho menos por sus enemigos. Y Yo hice eso por ustedes, cuando eran Mis enemigos, cuando estaban todos en el pecado, cuando eran todos ciegos y amigos de mi adversario, satanás. Yo os he amado antes de que ustedes Me amasen y entregué a Mi Hijo para morir por ustedes, por su Salvación.
Deben por tanto, creer en Mi amor, aceptar Mi Amor y ver Mi Amor y transmitir Mi Amor al mundo. Yo, Yo les di a Mi Hijo, como prueba de Mi ardiente Amor por ustedes.
Vengan a Mí, por lo tanto, acepten Mi Amor, obedezcan Mis Mandamientos, deploren y aparten de su vida todo pecado. Porque el pecado, Mi mayor enemigo es lo que los aleja de Mí, lo que los separa de Mí, lo que los priva de Mi amistad, de Mi Amor y de todos los tesoros de Mi Gracia que quiero darles.
Vengan a Mí por Mi Hijo. En Verdad les digo:  todo cuanto pidan en el Nombre de Mi Hijo Jesús, Yo se los daré, porque en Él Yo Me complazco y amo a Mi Hijo como a Mi propia Gloria y nada puedo negar a Mi Hijo.
Obedezcan los Mandamientos de Mi Hijo, cumplan la Palabra de Mi Hijo, y entonces Yo miraré hacia ustedes con benevolencia y les daré todo lo que Me pidan en Nombre de Mi Hijo. Pídanme también todo lo que quieran en Nombre de Mi Hija predilectísima, la Madre de Mi Hijo Jesús, la Virgen Inmaculada. En Ella Mis ojos se posaron con Amor y deleite. Yo mismo La creé, La elegí para que Ella fuese Mi consuelo, Mi segundo Cielo, Mi jardín de  delicias, Mi jardín sellado donde Mi adversario, el enemigo, jamás entró, ni podría entrar para contaminar todo con el veneno del pecado.
En Ella reposo como en Mi Trono, reposo como en Mi sala real, como en Mi palacio, como en Mi segundo Cielo
Todo lo que pidan a través de Sus Lágrimas y Dolores Yo se los concederé,  porque estas Lágrimas y estos Dolores tienen un valor casi infinito delante de Mí, porque fueron Dolores y Lágrimas sufridas y derramadas por Mi Amor, en perfecta obediencia a Mi Voluntad, costándole  el más grande sacrificio que Yo pudiera pedirle, el sacrificio de Su mayor tesoro, de Su único Hijo, de Nuestro Hijo: Jesucristo.
Por eso, todo lo que Me pidan por medio de María, la Virgen Dolorosa, por Sus Lágrimas, Yo se los concederé. Conviértanse, por Amor a Mí, conviértanse, por Amor a Ella, no tengan el corazón duro como Mi pueblo en el desierto cuando era guiado por Moisés, protestando siempre más contra Mi Palabra y Mi Voluntad. Porque puedo visitarlos con un castigo repentino y entonces inútilmente clamarán por Mí, porque no voy a escuchar sus gritos.
Oh, pueblo insensible y duro de corazón! Renuncien hoy mismo al pecado y Yo visitaré con Mi Gracia salvadora y este mundo, de un escenario de horrores, crímenes, guerras, de un pantano de pecado, de un infierno sin amor se convertirá en un nuevo Cielo, en un nuevo paraíso, en un jardín de Gracia y de Santidad.
En breve Yo mismo vendré a purificar la faz de este mundo, porque ya no puedo soportar más tantos crímenes y pecados que minuto a minuto los hombres acumulan sobre la Tierra.
Visitaré este mundo con tres días de oscuridad y en estos tres días de oscuridad completa lanzaré Mi fuego que caerá del cielo y consumirá las dos terceras partes de la humanidad, todos aquellos que se encuentren en pecado, que se encuentren amando el pecado perecerán y entonces purificaré el mundo y lo limpiaré de todos los desórdenes que ahora existen en él y transformaré este mundo en un mundo de Paz y Amor de acuerdo a Mi Voluntad, a Mi Palabra, según el Corazón de Mi Hijo y el Corazón de la Madre de Mi Hijo.
¡Ay de aquellos que no se hayan purificado y preparado, porque el fuego los consumirá y llorarán por Mí, y gritarán por la Madre de Mi Hijo, pero ya será demasiado tarde, porque el tiempo para su conversión es ahora.
Arrepiéntanse sin demora, no cansen más Mi paciencia, porque les digo que ella va a terminar pronto, ella es limitada y ya no daré más las mismas oportunidades que ahora tan  abundantemente estoy dando en las apariciones de la Madre de Mi Hijo en el mundo entero.
Los quiero mucho, Yo soy su Padre y no quiero que sufran en el futuro, por eso les digo: escúchenme, y conviertan su corazón. Cambien las obras de sus manos, de obras impuras y llenas de pecado en obras santas, para que Yo pueda derramar sobre ustedes Mi Divina Misericordia.
Yo los amo mucho y les digo que Mi Ley es el Amor. ¿Y qué es el Amor, sino no cometer pecado para no herirme? ¿Qué es el amor verdadero por Mí, sino vivir en Mi Gracia para darme la Santa alegría de verme amado por sus almas? Se dice en la Palabra Sagrada que el  Amor es Dios y que Dios es Amor.
Sí, soy Amor y por eso no puedo, no puedo compartir una misma alma con el pecado, con el diablo. Por tanto les digo: expulsen, les digo que expulsen fuera de sus almas esos dos enemigos mortales que matan sus almas. Y Yo entraré en ellas, visitándolas y llenándolas de Mi Santo Espíritu de Amor y de Gracia.
Que su corazón permanezca en Mí y Yo permanezca en ustedes.
A todos los bendigo con Amor, por medio del Corazón traspasado y doloroso de María, derramando sobre ustedes toda la abundancia de Mis Bendiciones y de Mi Gracia.
Yo los quiero en el Cielo, los espero en el Cielo y haré todo para que vengan a Mí en el Cielo.  Arrepiéntanse, recen el Rosario todos los días, porque Yo les digo: quien sirve a Mi Hija predilectísima María y a Mi, rezando el Rosario todos los días no perecerá.
En la oración del Rosario Yo puse todas Mis Divinas Gracias, junto con las Gracias de María y quien reza el Rosario será reconocido en el Cielo delante de los ángeles, por Mi propio Hijo e Hijo de Ella.
No hay Gracia que Yo no conceda por la oración del Santísimo Rosario de María. Récenlo con amor y confianza todos los días y les daré todas las Gracias para su Salvación.
A todos bendigo ahora con Amor ".
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FIESTA SOLEMNE DEL ANIVERSARIO DE LA NATIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA
REVELADO POR ELLA MISMA EN SUS APARICIONES
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311ª CLASE DE LA ESCUELA DE SANTIDAD Y AMOR DE NUESTRA SEÑORA

MENSAJE DE DIOS PADRE ETERNO
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5o MENSAJE DEL PADRE ETERNO
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(Padre Eterno): "Queridos hijos Míos, Yo vuestro Padre, vuelvo nuevamente hoy con todo Mi Amor para decirles: los amo y quiero su Salvación. Es por eso que he creado el cielo, la tierra, el mar y todo lo que existe para que en todo viesen Mi Amor y diesen Gloria, y se unieran Conmigo por el Amor Perfecto, por la unión de sus almas Conmigo por el Amor filial que tienen que tener por Mí, su Padre Creador.
Fue para su Salvación que Yo creé a María, que Ella sea su encanto, sea la Paz de sus vidas, sea la estrella brillante que los atraiga a todos a Mí, mostrándoles el camino hacia Mí.
En la dulzura de María pueden sentir Mi dulzura Paternal, porque en María Yo Me reflejo total y absolutamente como el sol se refleja perfectamente en el más
límpido de los espejos.
En María, en Su mirada, en Su bondad pueden sentir Mi bondad, Mi ternura y Mi Amor por ustedes. Fui Yo Quien La hizo, La formé, La creé, y La doté a la vez de tanta belleza y de Mi Amor. Para que conociendo a María, conociendo la bondad de María, Me conocieran a Mi y a Mi bondad, porque la bondad María es la Mía, la dulzura de María es la Mía y la belleza de María es Mi belleza. Fui Yo Quien Le di esta misma belleza.
Por eso les di a María, para que Ella sea una Señal de Mi Amor y para que a través de Ella Mi Hijo viniese a este mundo, para revelarles Mi Rostro, para revelarles Mi Ley,  Mi Voluntad, que es siempre Amor y Salvación.
Cuando les digo: renuncien al pecado, si no los mandaré al infierno, lo hago por Amor, porque Yo no quiero su condenación.
Cuando les digo: observen Mis Mandamientos, lo hago porque no quiero tener que arrojarlos después a las llamas eternas.
Por tanto les digo:
renuncien al pecado ahora, guarden Mis Mandamientos, porque éste es el camino de la felicidad y la Salvación para ustedes.
¿ Cúantas veces advierto a los pecadores, les aviso para que se conviertan de los  malos caminos por donde van?. Les advierto por los signos de la naturaleza, rayos, relámpagos y tormentas. Les advierto a través de accidentes y acontecimientos dolorosos en sus vidas, les advierto a través de enfermedades y dolores para que vuelvan en sí, reflexionen de los  malos caminos por donde van y se conviertan.
Pero todo es en vano, todo inútil, porque muchos de ellos a pesar haber sido avisados  tantas veces y tantas veces por Mi, todavía prefieren el pecado, siguen prefiriendo el camino que los lleva a la condenación.
¡Qué grande es el dolor de Mi Corazón de Padre al ver que tengo hijos locos, locos en el pecado, locos por la condenación, cuando Yo les ofrezco una vida tan hermosa a Mi lado, una Vida de Gracia, de Santidad, de Paz y de Amor. Y todo lo que les pido es que acepten esta Vida, que acepten Mis reglas y Yo seré su Compañero, su Amigo, su Padre Misericordioso que incansablemente los colmará de bienes y recompensas eternos.
Vean que el Padre del hijo pródigo perdonó a su hijo, pero primero esperó a que el hijo veniese a pedirle perdón de rodillas a sus pies. Lo mismo quiero Yo: perdonaré a los pecadores, mas a los pecadores que de rodillas se arrepientan de sus pecados y Me pidan sinceramente perdón deseando comenzar una vida de conversión.
Oren entonces por su conversión. Oren por la conversión de los pecadores, porque muchos de ellos sólo volverán de nuevo en sí, sólo caerán de nuevo en sí mismos, con la ayuda de las oraciones de ustedes.
Sólo el poder místico sobrenatural de sus oraciones pueden hacerlos volver de nuevo en sí y reconocer la locura que hicieron apartándose de , de Mis reglas, y prefieriendo el pecado, el patrón cruel que es satanás. Que en primer lugar requiere todos los esfuerzos de sus siervos esclavizándolos en los placeres y a continuación, los lanza en llamas eternas donde los atormentará y pagará por la eternidad por sus servicios, con tormentos y dolores tan terribles que no se pueden describir.
Oren para que los pecadores vuelvan a Mí, que aún sigo con los brazos abiertos, ofreciéndoles el perdón generosamente cada día. Yo decreté que mientras Mi Hija Prediletíssima María está apareciendo, perdonaré "setenta veces siete" veces al día al pecador que Me lo pida y se arrepienta.
Pero ¡ay de los que esperan que caiga la noche!. ¡Ay de aquellos que están a la espera de que la noche caiga sobre ellos, para entonces mirar hacia Mí, mirar hacia María, mirar hacia las advertencias que hemos dado a la humanidad en los últimos siglos.
De hecho, éstos buscarán la Luz del Sol, pero será demasiado tarde para ellos, ya no lo verán más. Ustedes que todavía están viendo Mi Luz, ustedes que todavía están viendo el camino de Salvación que les ofrezco. Entren deprisa por ese camino. Porque pronto llegará la noche del gran Castigo que enviaré al mundo y entonces ya nadie más podrá ver Mi Luz, para los pecadores será demasiado tarde.
Y que nadie piense que este decreto Mío se realizará de aquí a muchos siglos, porque Mi copa ya está rebosando. Yo ya estoy saturado de tantos pecados y crímenes atroces que contemplo veinticuatro horas al día, cada vez que la Tierra gira.
, cada vez que este mundo gira ante Mis ojos, Mi Corazón se despedaza de dolor, porque veo que Mi Creación está arruinada, Mi creación está completamente destruída por la acción de Mi enemigo que halló en ustedes socios y aliados útiles.
Y es por eso, que voy a purificar esta tierra con un fuego que nunca han visto. Y ¡ay de aquellos que están esperando que la noche caiga para buscarme!. Me buscarán, pero no Me encontrarán más, porque la hora de buscarme es ahora.
Búsquenme entonces aquí, en este lugar consagrado por Mi Presencia, por la Presencia de Mi Hijo, de la Madre de Mi Hijo y de los Santos y Ángeles que Yo envío aquí. Para que en verdad, su vida no se pierda por Mi Ira cuando Ella llegue, sino que antes Yo los encuentre como viñas buenas, dulces y fructíferas, en Mi Viña, en Mi Mies.
Oh, hijos Míos, cómo los amo! Yo  les envié un profeta tras otro, Santo tras Santo, confesor tras confesor de Mi Ley y Mi Palabra. Y ahora Yo les he mandado a Mi Hija Predilectísima, la Misma Madre de Mi Hijo y Yo desciendo con Ella para decirles: conviértanse, que ahora es el tiempo de la conversión!
¿Ustedes no está viendo la sequía, los rumores de guerra, los terremotos, los huracanes, los desastres que suceden sobre vosotros? Son Mis advertencias para que ustedes vuelvan sobre sí mismos y reflexionem sobre el camino de muerte y de destrucción por donde están yendo.
¡Arrepiéntanse! ¡Vuelvan a Mí! Aquel que reza el Rosario con verdadero amor todos los días, el Rosario de Mi Hija Predilectísima María, que es Mío, porque el Rosario también es Obra de Mi Poder Creador. Fui Yo con María y con Mi Hijo Jesús, con Mi Espíritu Santo, que creamos esta maravillosa Oración que es el Santo Rosario para ustedes, y se las entregamos a través de nuestro siervo, Domingo.
Aquel que reza el Rosario todos los días, puede estar seguro de que será considerado no sólo verdadero hijo de María, sino también Mi verdadero hijo. Mis hijos aman el Santo Rosario, Mis verdaderos hijos propagan el Santo Rosario, Mis verdaderos hijos Me honran, honran a María con muchos Rosarios todos los días.
Mientras que los hijos de Mi enemigo, de Mi adversario, esa serpiente que Yo maldije y eché fuera de Mi jardín, en el principio: sus hijos odian el Rosario, desprecian el Rosario, persiguen el Rosario, combaten el Rosario, pisotean el Rosario. Porque son hijos de la serpiente y no Mis hijos y no los reconozco y los negaré por toda la eternidad delante de Mis Ángeles.
Si ustedes no quieren ser del número de esos necios, de esos desgraciados, amen Mi Rosario, el Rosario de Mi Hija Predilectísima María. Y récenlo todos los días, porque Aquel que lo reza nunca será abandonado por Mí y Yo le daré todas las Gracias para que llegue a Mí como glorioso hijo Mío, como Mi hijo real, como príncipe del Cielo, Mi descendencia, y Yo Mismo, de Mis manos recibirá la herencia eterna.
Oren todas las oraciones que Maria les dio aquí, porque aquellos que hacen estas oraciones crecen delante de Mis ojos como rosas fragantes y exuberantes de Virtud, Santidad y Amor.
Conozco sus dolores, sé de sus sufrimientos y nunca los abandono. No siempre respondo a sus oraciones como desean, porque no todo lo que quieren es bueno para ustedes y beneficioso para la Salvación de su alma.
Concedo aquellas Gracias que juzgo harán mayor bien al alma que al cuerpo: esto es porqué les niego tantas Gracias temporales. Pero de las Gracias espirituales ninguna negaré, porque es Mi Voluntad que ustedes sean grandes delante de Mí, grandes Santos, verdaderos hijos Míos, Mi perfecta Imagen y Semejanza.
Y por eso les digo: que aquel que Me pida las Gracias para su alma ha de recibirlas todas. Porque Yo soy un Padre generoso y nada Me da más placer y alegría que compartir Mis bienes y Mi herencia Celestial con Mis hijos. Nada Me da más alegría que enriquecerlos, embellecerlos con las vestiduras y joyas reales que tengo para darles, es decir, Mis Divinas Gracias.
¡Los amo mucho! Elegí este lugar desde la Creación del mundo, para aquí sanar sus almas de la enfermedad del pecado, curar la miseria de sus almas con Mis Gracias y Mis Bendiciones, embellecerlos quitándoles la fealdad del pecado y dándoles una nueva belleza, la belleza que di a Adán y Eva en el principio y que ellos despreciaron por soberbia y desobediencia a Mí.
Vengo a darles esta belleza, que quiero hacer cada vez más crecer en sus almas hasta la Plenitud. Todo lo que pido y lo que quiero de ustedes es un "sí", verdadero, profundo. Y los transformaré en una obra tan hermosa como no ha habido desde el principio de la humanidad, después de Mi Hijo Jesús, el Salvador, y después de Su Madre Inmaculada.
Por eso, vengan hijos Míos, entréguense a Mí y hoy mismo abriré para ustedes un nuevo camino que los conducirá a esta vida maravillosa, nueva y Divina, que quiero empezar a hacerles disfrutar ya en esta tierra, para después continuar disfrutándola por toda la eternidad en una felicidad continua e incesante en el Cielo.
En este momento les digo: continúen viniendo aquí para que podamos proseguir su conversión. Estoy satisfecho con sus oraciones y sacrificios, continúen caminando por el sendero por el que María, Mi Hija Predilectísima y su Reina, los lleva tomándolos de la mano.
En octubre volveré de nuevo en el día de Ella, para bendecirlos nuevamente y para continuar con su conversión y su santificación. Porque pronto soplará el viento de Mi Justicia, sonará la hora que Mis ángeles tiemblan y esperan con temblor en Mi Presencia. Y entonces todo árbol que no ha dado sus frutos Yo lo cortaré y lo echaré al infierno.
Por eso, vuelvan sus corazones hacia Mí, ahora, porque ahora es la hora en que quiero elevarlos y colmarlos con Mis Gracias de Amor, de Paz y Salvación.
A todos Yo y Mi Hija Predilectísima María, bendecimos ahora y en especial estos Escapularios que Yo mismo ordené que les fueran revelados en Pellevoisin, así como todas sus Rosarios y Medallas, todos los objetos que trajeron.
Reciban ahora Mi Bendición Paternal que continuará con ustedes hasta el fin de los tiempos y que también continuará ahora con su cuerpo, con su alma y con los lugares adonde fueran y transmitieran esta bendición por toda la Eternidad.
Hijitos Míos ya los bendije, nunca se olviden que los amo. Si a veces les hablo de modo duro es para despertar sus almas del sueño del pecado.
¡Los  amo, los  amo y los  amo con Amor eterno! Continúen en Mi Paz, sigan en Mi Paz en la certeza de que Mi mirada vigilante está sobre ustedes y nunca, nunca los abandona.
La Paz hijos Míos. La Paz Marcos, el más fervientes de los devotos de María, Mi Hija Predilectísima, el más ferviente devoto e hijo Mío".

(Marcos) "Hasta luego amada Madre del Cielo. Hasta pronto mi Señor, mi Dios y mi Todo.".
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