¡LAS
TROMPETAS DE NUEVO ESTÁN SONANDO Y LLAMAN AL ARREPENTIMIENTO Y A LA CONVERSIÓN!
SEPTIEMBRE 12 DE 2013 – 8:30
A.M.
LLAMADO DE SAN MIGUEL A LA HUMANIDAD
Gloria
a Dios en el Cielo y en la tierra Paz a los hombres de buena voluntad.
Hermanos,
que la Paz del Dios Altísimo esté con todos vosotros.
Se acercan los días en que la humanidad clamará a Dios y pedirá a
gritos Su Presencia y no va a ser escuchada, porque será tiempo de Justicia. La paz de los hombres está por terminarse, serán los
reyes de este mundo apartados de Dios, los que con su soberbia, egoísmo
y ansia de poder, traerán las guerras y la muerte.
Todo se desatará en cualquier momento, todo
lo escrito en la Santa Palabra de Dios se cumplirá al pie de la letra. Mi Padre que es infinitamente Misericordioso espera
pacientemente a que se agote el último segundo de Misericordia, porque no se
complace con la muerte del pecador. Es tanta la maldad y el pecado de la
humanidad de estos últimos tiempos, que si Mi Padre
os enviará el castigo antes del aviso, serían muy pocos, poquísimos, los que se
salvarían.
Muchos
de vosotros anheláis que todos los acontecimientos que están por venir, se den
cuanto antes. Vosotros pensáis como hombres, más Dios no piensa así; para Él,
lo más importante es la salvación del pecador; es por eso, que espera
pacientemente a que se consuma Su Misericordia en su totalidad, para poder dar
paso a Su Justicia. Las trompetas de nuevo están
sonando y llaman al arrepentimiento y a la conversión. ¿Qué estáis esperando mortales, para volver a Dios?. No malgastéis el poco tiempo que os queda por ir en
búsqueda de las cosas y preocupaciones de este mundo; mirad que el tiempo se está agotando cada vez más y la
inmensa mayoría de vosotros sigue dándole la espalda a los llamados de Dios.
Escucháis los sonidos de las trompetas celestiales y veis las señales que se
os dan, pero no queréis cambiar. Os dais golpes de
pecho e invocáis el nombre de Dios de labios y de oídos, sólo cuando una
calamidad o desastre natural os viene, pero luego de que todo pasa,
olvidáis y continuáis pecando.
¡Qué tristeza siente el cielo al ver la ingratitud y falta de
compromiso de la inmensa mayoría de la humanidad!. La fe cada día languidece más
y más y el pecado cada día aumenta; quebrantar los Preceptos
de mi Padre es una costumbre de la inmensa mayoría, las leyes de mi Padre hoy
son consideradas obsoletas, por eso esta humanidad camina hacia el
abismo. De todas las generaciones es esta
generación de estos últimos tiempos, la más pecadora y es también en esta
generación donde se han condenado más almas. Miles de almas caen
diariamente al seol, el cielo se estremece y Mi
Padre ve con tristeza y dolor como se pierden, sin poder hacer nada por ellas.
¡Recapacitad oh humanidad y volved lo más pronto posible a
retomar el camino de la Salvación, porque todo está por comenzar y
cuando llegue la Justicia de Dios, ya no va a haber marcha atrás!. Pedid nuestra intercesión, no nos olvidéis, estamos para
serviros y para daros nuestra asistencia; contad
con nosotros, queremos ayudaros y guiaros para que podáis alcanzar mañana el
gozo de la Vida Eterna.
Vuestros
hermanos, Miguel Arcángel y los Arcángeles y Ángeles del Reino de Dios.
Aleluya, Aleluya, Aleluya. Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios.
Dad
a conocer nuestros mensajes, hombres de buena voluntad.
¡COMO
EL BUEN PASTOR QUE SOY, ESPERARÉ HASTA EL ÚLTIMO SEGUNDO A QUE REGRESEN MIS
OVEJAS REBELDES!
SEPTIEMBRE 07 DE 2013 – 8:15
A.M.
LLAMADO DE JESÚS EL BUEN PASTOR A LA HUMANIDAD
Ovejas
de Mi grey, Paz a vosotras.
La maldad y el pecado se acrecientan cada vez más, esta humanidad
camina hacia el abismo;
por más que Me manifiesto y doy señales, no
encuentro respuesta alguna por parte de esta humanidad. Continúan en
su cotidianidad y se niegan a atender a Mis llamados. Mi Madre llora
lágrimas de sangre en diferentes lugares, esperando que sus pequeños
recapaciten y retomen la senda de la salvación. Pero no, todo es en
vano, esta humanidad necesita de la Justicia Divina,
para poder volver a Dios.
¡Qué
tristeza sienten nuestros dos corazones al ver la ingratitud y la rebeldía de
esta generación de estos últimos tiempos!. Como
el Buen Pastor que soy, esperaré hasta el último segundo a que regresen mis
ovejas rebeldes. Mirad ovejas rebeldes, que los
acontecimientos están por desatarse y vosotras continuáis pecando, sin importaros que es la vida del espíritu la que se os
perderá. ¿Cuánta sangre tendrá que derramarse en la tierra, para que
puedan recapacitar?. ¡Qué tristeza que el dolor y la muerte sea lo único que
despierte a esta humanidad ingrata y pecadora!. Necesitan
sentir el dolor en carne propia, para poder creer y arrepentirse; ¡oh,
qué dolor Me produce ver tanta incredulidad y tanta pasividad, incluso en
aquellos que dicen ser de Mi rebaño!.
El dolor y la muerte muy pronto llegarán y
muchos de los que esperaron a que todo se diera para poder convertirse, no
despertarán;
el silencio de la muerte los cubrirá y sus almas se perderán, porque como
las doncellas necias no se prepararon y cuando quisieron entrar al banquete, ya
la puerta se les cerró.
Ovejas
rebeldes, escuchadme: no quiero vuestra muerte, deseo que viváis, todo está por cumplirse y vosotras seguís tan tranquilas
dándome la espalda y no la cara. ¡Ay de ti
Jerusalén, porque la desgracia te vendrá de improvisto!. Si no vuelves a
Mí y te acoges a Mi Misericordia, te entregaré en manos de tus enemigos.
¡Vístete de sayal, haz ayuno y penitencia, que
tus hijos vuelvan a Mí, con corazones contritos y humillados;
entonces, te escucharé y Me abstendré de enviarte Mi castigo!.
¡Ay de los falsos profetas que engañan a Mi pueblo
con sus falsas visiones y dicen: Nada pasará, estad tranquilos, Dios os ama y
no os castigará, porque ya fuisteis redimidos por la sangre de su Hijo. ¡Todos
estáis salvados!.
Pueblo Mío, no creáis a esos falsos profetas, ni
a sus visiones, porque no vienen de parte Mía, Yo no les he hablado
y sus visiones y sus sueños son un engaño. Acordaos:
el camino para llegar a Mí, es angosto y pedregoso y todo aquel que no lleve su
cruz a imitación Mía, no podrá entrar en el Reino de Mi Padre.
Leed Mi Palabra que es Vida, que es alimento para vuestro
espíritu y en ella encontraréis la Verdad que os llevará al gozo de la Vida Eterna.
Hijos Míos, la hora está cerca, velad y orad Conmigo,
porque Me embarga el dolor y la tristeza; estoy en el Getsemaní,
acompañadme, no Me dejéis solo, porque grande es Mi dolor y lenta es Mi agonía.
Alumbrad la oscuridad que se aproxima con vuestras
lámparas aceitadas con la oración, para
que también vosotros, discípulos Míos de estos últimos tiempos, deis testimonio
de Mí, ante los hombres. No desfallezcáis, acordaos pueblo Mío, que Yo
estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos. Mi Paz os dejo, Mi Paz os doy.
Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro
Maestro y Pastor, Jesús el Buen Pastor de todos los tiempos.
Dad
a conocer Mis mensajes, ovejas de Mi grey.
¡MI
ESTANDARTE MARIANO UNIDO A MI ROSARIO, SERÁ PROTECCIÓN ESPIRITUAL PARA TODO EL
PUEBLO DE DIOS!
SEPTIEMBRE 02 DE 2013 – 8:50
A.M.
LLAMADO URGENTE DE MARÍA ROSA MÍSTICA AL PUEBLO DE DIOS
Hijitos
de Mi Corazón, que la Paz de Dios esté con todos vosotros y el amor y
protección de esta Madre os acompañe siempre.
El flagelo de la guerra muy pronto azotará la humanidad y con ella
vendrá el flagelo de la hambruna. Con
la guerra se dará también comienzo a los días de la gran tribulación;
todo esto es obra de Mi adversario y sus agentes terrenales que quieren dar
comienzo al gran Armagedón. La Creación de Mi Padre se estremecerá al grito de
guerra y al resonar de los cañones y pájaros de acero.
Hijitos,
la gran batalla espiritual entre el bien y el mal está por comenzar aquí en la
tierra. Miguel y los Ejércitos de Mi Padre ya están listos para repeler la
ofensiva; la Creación será un campo de batalla;
intensificad vuestra oración y formad brigadas
de oración combativa, brigadas de alabanza y brigadas con Mi Santo Rosario, para que apoyéis a los ejércitos celestiales.
Uníos en un solo coro de oración y de alabanza, haced
ayunos y penitencias y os aseguro la
derrota definitiva de los ejércitos de Mi adversario.
En el tiempo de la gran batalla espiritual, debéis de estar
todos unidos en la oración; izando el estandarte mariano en vuestros hogares y
en los lugares donde oréis. Mi Estandarte
Mariano unido a Mi Rosario, será protección espiritual para todo el pueblo de
Dios. Os digo, que Mi adversario huirá al ver el estandarte; entronizadlo en vuestros hogares y haced réplicas a menor escala, para que lo llevéis
junto con Mi Rosario en vuestros cuellos, porque
serán fortaleza y escudo espiritual para los tiempos de oscuridad que se
aproximan.
Que todo el mundo católico se prepare con la Armadura de Dios, porque la
gran batalla por vuestra libertad está por comenzar aquí en la tierra. Recogeos en vuestros hogares lo más pronto posible; no
permanezcáis en la calle hasta altas horas de la noche, porque los demonios han comenzado la invasión de la tierra
y serán las horas de la noche donde estarán más activos; buscarán cuerpos para
apoderarse de ellos y llevar la batalla al interior de los hogares.
Estad pues preparados Mi Ejército Mariano Militante, no descuidéis en ningún momento la oración, porque vais a ser
atacados en vuestra integridad física, psíquica y espiritual; permaneced pues atentos y vigilantes, para que podáis
repeler los ataques de Mi adversario y sus huestes del mal. Acordaos: La Victoria es de los hijos de Dios y Yo,
vuestra Madre, os guiaré al Triunfo.
Os
ama, vuestra Madre y Señora, María Rosa Mística.
Dad
a conocer Mis mensajes a toda la humanidad.
¡EL
CHOQUE DE DOS ASTEROIDES FORMARÁ MI GLORIOSA CRUZ!
Agosto 23, 2012 LLAMADO DE JESÚS SACRAMENTADO A LA HUMANIDAD.
Hijos Míos, Paz a vosotros.
El choque de dos asteroides formará Mi Gloriosa Cruz. El impacto hará estremecer la tierra y moverá su eje, haciendo que el tiempo se acorte más y más. La Santa y Divina Voluntad de Mi Padre no permitirá que estos dos asteroides choquen con la tierra, porque de hacerlo, sería catastrófico para la Creación y sus criaturas. Mi Padre permitirá que choquen en el espacio para mostrar a los hombres Su grandeza y misericordia en bien de la humanidad; a cambio del desastre lo que verá la humanidad será la Gloriosa Cruz de Su Hijo, que brillará por siete días y siete noches en el firmamento anunciando la proximidad del aviso.
Hijos Míos, preparaos para este gran acontecimiento y no tengáis miedo; Mi Gloriosa Cruz será sanación y redención para muchos, más otros la rechazarán y otros tantos dirán que es fenómeno celeste sin importancia. Los hombres de ciencia dirán que es un fenómeno cósmico como la alineación de los planetas; pero vosotros pueblo Mío, sabéis que es un llamado del cielo para que os preparéis para el despertar de conciencias.
Hijos Míos, todos los acontecimientos se han acelerado por la maldad y el pecado de esta generación impía; por eso Mi Padre en Su Santa Voluntad os enviará estas señales para que os reconciliéis con Dios y retoméis cuanto antes el sendero de vuestra Salvación. La Trinidad Santa no quiere que se sigan perdiendo tantas almas por falta de conocimiento. Agradeced pues a Mi Padre, porque grande es Su Amor y eterna es Su Misericordia, que aún sabiendo que sois una raza de dura cerviz, os dará la oportunidad de volver a Él, para que así volváis a retomar el camino que os llevará a la Vida Eterna.
De nuevo os digo, preparaos hijos Míos, porque vuestros ojos verán acontecimientos nunca antes vistos por ojo alguno; dichosos vosotros que a pesar de toda vuestra miseria y pecado, Mi Padre os ha escogido para que mañana un resto de vosotros sea Su heredad, Su pueblo elegido. Orad hijos Míos, con Mi Rosario de la Misericordia, no dejéis pasar Mi hora, porque grandes indulgencias estoy concediendo a las almas en este tiempo de tanta oscuridad.
Que Mi Paz os acompañe y Mi Bendición os proteja. Vuestro Padre, Jesús Sacramentado. El Amigo que nunca falla.
Dad a conocer Mis Mensajes en todos los confines de la tierra.
.
.
Dozulé, Francia –mensajes de Jesús a Madeleine Aumont,
vidente de Jesús de la Misericordia en las postrimerias del
siglo XX
28.3.72 – 6.10.78
UNDÉCIMA
APARICIÓN
"Piedad
Dios mío."
"La
Cruz Gloriosa debe ser comparable a la ciudad de Jerusalén
por su dimensión vertical (738m).
Debe ser de una gran luminosidad."
por su dimensión vertical (738m).
Debe ser de una gran luminosidad."
Viernes 5 de octubre de 1973 - 19 horas, en
la capilla.
El Señor se presentó en el lugar del Santísimo Sacramento expuesto como la vez precedente.
Jesús estaba en el lugar del Santísimo Sacramento, yo ya no veía ni el altar, ni el Santísimo Sacramento ; la Luz había ocupado Su lugar.
Jesús se me aparece muy cerca, ligeramente elevado. Sus Pies están colocados sobre una piedra llana, y al lado de esta piedra hay algunos guijarros. Su Pie derecho está adelantado y descubierto, casi hasta el tobillo ; el Pie izquierdo está tapado por Su vestido, no veo más que la extremidad del pie. Su vestido, de una blancura deslumbrante, está sujeto a la cintura por un cordón ; el escote es redondo y fruncido, pero deja el cuello algo descubierto. Las mangas son bastante anchas, como las de un alba ; no hay ninguna apertura aparente para ponérselo.
Sus cabellos bastante largos caen sobre los hombros, Sus Manos y Su Rostro son muy luminosos - además el Señor lo dijo : "Sus Manos y Su Rostro resplandecen como el Sol" y desde luego, es del todo cierto - todo ésto es maravilloso.
Su mirada es Amor y Bondad, esta frase la subrayo, la tomo de Jesús, El mismo me la dijo.
Me sonrió, con las manos tendidas hacia mí, como para acogerme. Hice la genuflexión, saludé, luego me arrodillé, hice la señal de la Cruz. Lo hice maquinalmente, sin que esta vez Jesús tuviera necesidad de decírmelo, pero es El sin duda quien me lo mandó hacer - hace falta sin duda que yo lo haga. No sé si me comprendéis, pero hay cosas difíciles de explicar.
Jesús se quedó unos instantes en silencio. Me quedé así para admirar esta maravilla ; esperaba que El me dijera algo. Después de unos instantes Jesús me dijo :
"Dígales a las personas aquí presentes que digan con usted la oración que Yo les enseñé, seguida de una decena del rosario."
Transmití el mensaje. Como la primera vez, el Señor me dictó el Mensaje muy lentamente, mirándome ; repetí cada frase detrás de Él.
El Señor se presentó en el lugar del Santísimo Sacramento expuesto como la vez precedente.
Jesús estaba en el lugar del Santísimo Sacramento, yo ya no veía ni el altar, ni el Santísimo Sacramento ; la Luz había ocupado Su lugar.
Jesús se me aparece muy cerca, ligeramente elevado. Sus Pies están colocados sobre una piedra llana, y al lado de esta piedra hay algunos guijarros. Su Pie derecho está adelantado y descubierto, casi hasta el tobillo ; el Pie izquierdo está tapado por Su vestido, no veo más que la extremidad del pie. Su vestido, de una blancura deslumbrante, está sujeto a la cintura por un cordón ; el escote es redondo y fruncido, pero deja el cuello algo descubierto. Las mangas son bastante anchas, como las de un alba ; no hay ninguna apertura aparente para ponérselo.
Sus cabellos bastante largos caen sobre los hombros, Sus Manos y Su Rostro son muy luminosos - además el Señor lo dijo : "Sus Manos y Su Rostro resplandecen como el Sol" y desde luego, es del todo cierto - todo ésto es maravilloso.
Su mirada es Amor y Bondad, esta frase la subrayo, la tomo de Jesús, El mismo me la dijo.
Me sonrió, con las manos tendidas hacia mí, como para acogerme. Hice la genuflexión, saludé, luego me arrodillé, hice la señal de la Cruz. Lo hice maquinalmente, sin que esta vez Jesús tuviera necesidad de decírmelo, pero es El sin duda quien me lo mandó hacer - hace falta sin duda que yo lo haga. No sé si me comprendéis, pero hay cosas difíciles de explicar.
Jesús se quedó unos instantes en silencio. Me quedé así para admirar esta maravilla ; esperaba que El me dijera algo. Después de unos instantes Jesús me dijo :
"Dígales a las personas aquí presentes que digan con usted la oración que Yo les enseñé, seguida de una decena del rosario."
Transmití el mensaje. Como la primera vez, el Señor me dictó el Mensaje muy lentamente, mirándome ; repetí cada frase detrás de Él.
.
"Piedad
Dios mío, por los que Te blasfeman.
Perdónales, no saben lo que hacen."
"Piedad Dios mío por el escándalo del mundo.
Libérales del Espíritu de Satán."
"Piedad Dios mío por los que Te huyen.
Dales el gusto de la Santa Eucaristía."
Perdónales, no saben lo que hacen."
"Piedad Dios mío por el escándalo del mundo.
Libérales del Espíritu de Satán."
"Piedad Dios mío por los que Te huyen.
Dales el gusto de la Santa Eucaristía."
.
Jesús se para un momento y me dice :
"El que hace la Voluntad de Mi Padre y come de este Pan, vivirá eternamente en esta Luz."
Después continuó :
"Piedad Dios mío, por los que vendrán a arrepentirse al pie de la Cruz Gloriosa, que encuentren allí la Paz y el Gozo en Dios nuestro Salvador."
"Piedad Dios mío, para que Tu Reino llegue, pero sálvalos, queda todavía tiempo - ya que el tiempo es próximo, y he aquí que Yo vengo.
¡ Amén ! ¡Ven, Señor Jesús !"
"El que hace la Voluntad de Mi Padre y come de este Pan, vivirá eternamente en esta Luz."
Después continuó :
"Piedad Dios mío, por los que vendrán a arrepentirse al pie de la Cruz Gloriosa, que encuentren allí la Paz y el Gozo en Dios nuestro Salvador."
"Piedad Dios mío, para que Tu Reino llegue, pero sálvalos, queda todavía tiempo - ya que el tiempo es próximo, y he aquí que Yo vengo.
¡ Amén ! ¡Ven, Señor Jesús !"
Después Jesús dijo conmigo la decena del Rosario. Lo
dijimos juntos, muy dulcemente ; yo esperaba cada "Ave María" para
volver a empezar con Él. Era tan conmovedor decir este Rosario con Jesús. Nunca
lo recité tan dulcemente en toda mí vida. Al final de esta decena del Rosario,
Jesús me dijo :
"Señor, derrama sobre el mundo entero los tesoros de Tu Infinita Misericordia."
"Señor, derrama sobre el mundo entero los tesoros de Tu Infinita Misericordia."
Creo que no repetí esta frase, tan absorbida estaba
por la Presencia tan maravillosa de Jesús. Permanecería indefinidamente así
para admirarlo, sin decirle nada y sin preguntarle nada. Además, no hay nada
que preguntar. Me quedo clavada en el sitio. Aunque pasara cualquier cosa,
incluso rayos, no oiría nada, no me movería, cuán maravillosa es esta Presencia.
Por otra parte, cuando Jesús está ahí, ya no estoy sobre la tierra. No veo ni pienso en nada de lo que me rodea. Es una maravilla para la vista y el Espíritu que uno no puede explicar, realmente hace falta estar allí. Ninguna palabra puede explicar lo que siento, incluso en las frases más bonitas.
A todos aquellos que dudan, puedo afirmar que desde luego hay otro mundo además de aquel que vemos.
Y el más maravilloso, es Aquel que no vemos ¡ uno no puede imaginárselo !
Después de la oración, Jesús me dijo, todavía mirándome :
"Diga esto en voz alta :
La Cruz Gloriosa (en este instante, miró al público con una mirada circular) alzada sobre la "Haute Butte* ", debe ser comparable a la cuidad de Jerusalén por su dimensión vertical. Sus brazos deben enderezarse del Oriente al Occidente. Ella debe ser de una gran luminosidad."
Con un tono muy grave Jesús me dijo :
"Así es al señal del Hijo del Hombre."
Después de algunos segundos :
"Hagan cavar a 100 metros del lugar de la Cruz Gloriosa, en la dirección de su brazo derecho, agua brotará de allí. Vendréis todos a lavaros en signo de purificación."
Luego Jesús se inclinó hacia mí y me dijo discretamente, sin precisarme que lo dijera en voz alta. Al Señor Párroco no se lo dije hasta el domingo :
"Esté siempre en el Gozo, no se lamente por el cataclismo general de esta generación, ya que todo ésto tiene que ocurrir. Pero he aquí que aparece en el cielo el Signo del Hijo del Hombre. Y ahora debe cumplirse el tiempo de las naciones. Todos se golpearán el pecho. Después de la Evangelización del mundo entero, entonces volveré en la Gloria."
Después de unos instantes más, Jesús me miró. El me sonrió, luego desapareció.
Por otra parte, cuando Jesús está ahí, ya no estoy sobre la tierra. No veo ni pienso en nada de lo que me rodea. Es una maravilla para la vista y el Espíritu que uno no puede explicar, realmente hace falta estar allí. Ninguna palabra puede explicar lo que siento, incluso en las frases más bonitas.
A todos aquellos que dudan, puedo afirmar que desde luego hay otro mundo además de aquel que vemos.
Y el más maravilloso, es Aquel que no vemos ¡ uno no puede imaginárselo !
Después de la oración, Jesús me dijo, todavía mirándome :
"Diga esto en voz alta :
La Cruz Gloriosa (en este instante, miró al público con una mirada circular) alzada sobre la "Haute Butte* ", debe ser comparable a la cuidad de Jerusalén por su dimensión vertical. Sus brazos deben enderezarse del Oriente al Occidente. Ella debe ser de una gran luminosidad."
Con un tono muy grave Jesús me dijo :
"Así es al señal del Hijo del Hombre."
Después de algunos segundos :
"Hagan cavar a 100 metros del lugar de la Cruz Gloriosa, en la dirección de su brazo derecho, agua brotará de allí. Vendréis todos a lavaros en signo de purificación."
Luego Jesús se inclinó hacia mí y me dijo discretamente, sin precisarme que lo dijera en voz alta. Al Señor Párroco no se lo dije hasta el domingo :
"Esté siempre en el Gozo, no se lamente por el cataclismo general de esta generación, ya que todo ésto tiene que ocurrir. Pero he aquí que aparece en el cielo el Signo del Hijo del Hombre. Y ahora debe cumplirse el tiempo de las naciones. Todos se golpearán el pecho. Después de la Evangelización del mundo entero, entonces volveré en la Gloria."
Después de unos instantes más, Jesús me miró. El me sonrió, luego desapareció.
TRIGÉSIMOQUINTA
APARICIÓN
"... En esta vida, satán ya no tendrá poder sobre ellos."
"... En esta vida, satán ya no tendrá poder sobre ellos."
.
Viernes 5 de diciembre
de 1975 a las 18h 45.
Casi era la hora del Saludo. La pequeña capilla estaba repleta de gente. A pesar del gran número de público, mi alegría es tan grande cuando veo la Luz que no puedo evitar gritar :
"Ahí está la Luz."
Me levanté y fui al Santo Sacramento expuesto. En seguida, Jesús aparece, risueño, las manos tendidas hacia mí como para acogerme.
¡ Es tan hermoso ! ¡ Qué suavidad más indescriptible ! Ya no veo nada más que a Jesús de Amor, ya no estoy en la capilla. Ya nada existe, no pienso en nada, ya no siento mi cuerpo ; creo que está muerto, que sólo queda mi Espíritu unido al de Jesús. Cuando uno está muerto, creo que es ésto lo que uno siente.
Jesús me dice :
"Diga en voz alta lo que va a ver :"
En ese momento, Jesús lleva su Mano sobre su Pecho.
Tengo que explicar lo que voy a ver, Jesús me lo pide.
Digo pues en voz alta :
"Con Su Mano izquierda, Jesús aparta su Vestido de Su pecho... (Jesús me sonríe y me dice : "de Su Corazón" ; continúo pues en alto)... De Su Corazón, salen rayos rojos y blancos. Su mano derecha está tendida hacia nosotros."
Yo repito cada frase que El me dicta con toda suavidad :
"Las llamas de Mi Corazón Me abrasan", dice Jesús.
Más que nunca, Yo quiero derramarlas en cada uno de ustedes.
He aquí lo que Yo prometo (11) a la humanidad entera, cuando conozca Mi Mensaje y lo ponga en práctica :
- Aliviaré la amargura en la que se hunde el alma de los pecadores.
- Multiplicaré la Gracia en el alma de los sacerdotes y religiosas, pues por ella debe ser conocido Mi Mensaje .
- Guardaré cerca de Mi Corazón las almas piadosas y fieles, ellas Me reconfortaron en el camino del Calvario.
- Derramaré los rayos de Mi Gracia, cuando conozcan Mi Mensaje, a los paganos y a todos aquellos que no Me conocen todavía.
- Atraeré a la Unidad de la Iglesia al alma de los herejes y de los apóstatas.
- Recibiré en la morada de Mi Corazón a los niños y a las almas humildes, con el fin de que guarden un cariño especial a nuestro Padre de los Cielos.
- Concederé Gracias de todo tipo a los que, conociendo Mi Mensaje, perseverarán hasta el Fin.
- Aliviaré las almas del Purgatorio, Mi Sangre apagará sus quemaduras.
- Calentaré los corazones más endurecidos, las almas heladas, aquellas que hieren más profundamente Mi Corazón.
- Prometo a todos los que vendrán a arrepentirse al pie de la Cruz Gloriosa, y que dirán todos los días la oración que Yo les enseñé, que en esta vida, satán ya no tendrá poder sobre ellos y que, por todo un tiempo de mancha, en un instante llegarán a ser puros y serán Hijos de Dios por toda la Eternidad.
Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere salvar a la humanidad que está al borde del abismo. Por este último Mensaje es preciso que os preparéis. Sepan que será en el momento en que ya no creerán en él, que se cumplirá el Mensaje, ya que vosotros no sabéis ni el día ni la hora en que Yo volveré en la Gloria."
Durante todo el tiempo que Jesús dictaba Sus promesas, rayos rojos y blancos brotaban de Su Corazón.
Más tarde volvió a su posición normal y me dijo :
"Dentro de veinte días, usted empezará una novena, ésta se terminará el primer viernes del mes. Le diré cada día la oración que vengo a enseñarle. Esta novena prolongará El Año Santo.
Sí, Jesús me había dicho "dentro de veinte días" ; era pues el día de la Navidad de 1975.
Esos 20 días, los pasé en la espera, el rezo y el recogimiento. Contaba los días. Mi gozo era grande. Parecía una muchacha joven que espera a su novio después de una partida, y que fuera a volver veinte días más tarde.
Oh, Jesús Mío, qué suave me parecía esta espera ; suspiraba cada día y cada vez que una jornada transcurría, me decía : "No quedan más que tantos días", y pensaba que pronto Lo vería otra vez. Esta espera me resultaba suave, pero tan larga.
Después llegó la víspera de Navidad.
Para todo cristiano, la Navidad es el nacimiento del Salvador ¡ Qué día más maravilloso, la del nacimiento de este Salvador !
Pero, ¡ qué gozo tan grande sentía en ese día de Navidad ! El Salvador iba a visitarme, me sentía tan unida a Él, este Jesús todo Amor ; toda Misericordia.
La Misa del gallo era realmente un Nacimiento ; yo pensaba en el mundo entero, en todos estos desgraciados, en todos estos incrédulos ; le pedía a Jesús que les hiciera compartir mi gran gozo, que Jesús diera a Sus amigos, el gozo espiritual, que me habría levantado hasta el cielo.
No debí de dormir el resto de la noche, esta dulce noche de Navidad.
Hace cerca de dos mil años, en ese día de Navidad, Dios había dado a Su Hijo Jesús para salvarnos a todos.
Ese mismo día de Navidad, este mismo Jesús venía a la pequeña capilla de Dozulé para entregarnos toda su Bondad, toda Su Misericordia y Sus Promesas.
¡ Oh, qué bonito era ese día de Navidad de 1975 !
Casi era la hora del Saludo. La pequeña capilla estaba repleta de gente. A pesar del gran número de público, mi alegría es tan grande cuando veo la Luz que no puedo evitar gritar :
"Ahí está la Luz."
Me levanté y fui al Santo Sacramento expuesto. En seguida, Jesús aparece, risueño, las manos tendidas hacia mí como para acogerme.
¡ Es tan hermoso ! ¡ Qué suavidad más indescriptible ! Ya no veo nada más que a Jesús de Amor, ya no estoy en la capilla. Ya nada existe, no pienso en nada, ya no siento mi cuerpo ; creo que está muerto, que sólo queda mi Espíritu unido al de Jesús. Cuando uno está muerto, creo que es ésto lo que uno siente.
Jesús me dice :
"Diga en voz alta lo que va a ver :"
En ese momento, Jesús lleva su Mano sobre su Pecho.
Tengo que explicar lo que voy a ver, Jesús me lo pide.
Digo pues en voz alta :
"Con Su Mano izquierda, Jesús aparta su Vestido de Su pecho... (Jesús me sonríe y me dice : "de Su Corazón" ; continúo pues en alto)... De Su Corazón, salen rayos rojos y blancos. Su mano derecha está tendida hacia nosotros."
Yo repito cada frase que El me dicta con toda suavidad :
"Las llamas de Mi Corazón Me abrasan", dice Jesús.
Más que nunca, Yo quiero derramarlas en cada uno de ustedes.
He aquí lo que Yo prometo (11) a la humanidad entera, cuando conozca Mi Mensaje y lo ponga en práctica :
- Aliviaré la amargura en la que se hunde el alma de los pecadores.
- Multiplicaré la Gracia en el alma de los sacerdotes y religiosas, pues por ella debe ser conocido Mi Mensaje .
- Guardaré cerca de Mi Corazón las almas piadosas y fieles, ellas Me reconfortaron en el camino del Calvario.
- Derramaré los rayos de Mi Gracia, cuando conozcan Mi Mensaje, a los paganos y a todos aquellos que no Me conocen todavía.
- Atraeré a la Unidad de la Iglesia al alma de los herejes y de los apóstatas.
- Recibiré en la morada de Mi Corazón a los niños y a las almas humildes, con el fin de que guarden un cariño especial a nuestro Padre de los Cielos.
- Concederé Gracias de todo tipo a los que, conociendo Mi Mensaje, perseverarán hasta el Fin.
- Aliviaré las almas del Purgatorio, Mi Sangre apagará sus quemaduras.
- Calentaré los corazones más endurecidos, las almas heladas, aquellas que hieren más profundamente Mi Corazón.
- Prometo a todos los que vendrán a arrepentirse al pie de la Cruz Gloriosa, y que dirán todos los días la oración que Yo les enseñé, que en esta vida, satán ya no tendrá poder sobre ellos y que, por todo un tiempo de mancha, en un instante llegarán a ser puros y serán Hijos de Dios por toda la Eternidad.
Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere salvar a la humanidad que está al borde del abismo. Por este último Mensaje es preciso que os preparéis. Sepan que será en el momento en que ya no creerán en él, que se cumplirá el Mensaje, ya que vosotros no sabéis ni el día ni la hora en que Yo volveré en la Gloria."
Durante todo el tiempo que Jesús dictaba Sus promesas, rayos rojos y blancos brotaban de Su Corazón.
Más tarde volvió a su posición normal y me dijo :
"Dentro de veinte días, usted empezará una novena, ésta se terminará el primer viernes del mes. Le diré cada día la oración que vengo a enseñarle. Esta novena prolongará El Año Santo.
Sí, Jesús me había dicho "dentro de veinte días" ; era pues el día de la Navidad de 1975.
Esos 20 días, los pasé en la espera, el rezo y el recogimiento. Contaba los días. Mi gozo era grande. Parecía una muchacha joven que espera a su novio después de una partida, y que fuera a volver veinte días más tarde.
Oh, Jesús Mío, qué suave me parecía esta espera ; suspiraba cada día y cada vez que una jornada transcurría, me decía : "No quedan más que tantos días", y pensaba que pronto Lo vería otra vez. Esta espera me resultaba suave, pero tan larga.
Después llegó la víspera de Navidad.
Para todo cristiano, la Navidad es el nacimiento del Salvador ¡ Qué día más maravilloso, la del nacimiento de este Salvador !
Pero, ¡ qué gozo tan grande sentía en ese día de Navidad ! El Salvador iba a visitarme, me sentía tan unida a Él, este Jesús todo Amor ; toda Misericordia.
La Misa del gallo era realmente un Nacimiento ; yo pensaba en el mundo entero, en todos estos desgraciados, en todos estos incrédulos ; le pedía a Jesús que les hiciera compartir mi gran gozo, que Jesús diera a Sus amigos, el gozo espiritual, que me habría levantado hasta el cielo.
No debí de dormir el resto de la noche, esta dulce noche de Navidad.
Hace cerca de dos mil años, en ese día de Navidad, Dios había dado a Su Hijo Jesús para salvarnos a todos.
Ese mismo día de Navidad, este mismo Jesús venía a la pequeña capilla de Dozulé para entregarnos toda su Bondad, toda Su Misericordia y Sus Promesas.
¡ Oh, qué bonito era ese día de Navidad de 1975 !
11 - Cf. las promesas de
sor Faustina, Apóstol de la Misericordia. En 1934, el Cristo decía a sor
Faustina - venerada el 8 de abril de 1993. "La
humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva hacia Mi
Misericordia, con confianza".
TRIGÉSIMOSEXTA
APARICIÓN
"Una novena" "Primer día"
"La humanidad no encontrará la Paz mientras no conozca Mi Mensaje y no lo ponga en práctica."
"Una novena" "Primer día"
"La humanidad no encontrará la Paz mientras no conozca Mi Mensaje y no lo ponga en práctica."
.
25 de diciembre de
1975 - Navidad - 15h 15 - Primer día, en la
capilla.
Llegué a las 15 horas a la capilla. Como sabía que Jesús iba a venir, mi corazón latía fuerte y me costaba trabajo contener la respiración.
Esperé más o menos quince minutos que me parecieron interminables. Yo no podía ni rezar de lo feliz que me sentía.
A las tres y cuarto exactamente (acababa de oír tocar el cuarto en la iglesia), vi el halo de Luz en el Santo Sacramento, y me acerqué como de costumbre.
En ese momento, mi corazón había dejado de latir fuerte ; incluso me parecía que ya no latía, que la vida se había retirado de mí.
Me arrodillé ; Jesús no apareció en esta Luz, pero oí una voz fuerte que me decía :
"Dios habló a los hombres. Que aquellos que se encargan del Mensaje, oigan Su Voz. Por su falta de Fe, el mundo entero vivirá grandes catástrofes que transformarán las cuatro esquinas de la tierra.
Lo que viven en este momento no es más que el principio de los sufrimientos.
La humanidad no encontrará la paz mientras no conozca Mi Mensaje, y no lo ponga en práctica."
Un instante después de haber oído y repetido ésto en alto, Jesús se me aparece y me dice :
"Tenga la bondad de venir aquí durante ocho días seguidos. Dirá una novena que Yo le dictaré cada día.
Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere dar a conocer al mundo Su Mensaje, para evitar la catástrofe.
Más que nunca Yo quiero derramar un raudal de Mi Gracia en todas esas almas desamparadas.
Y aquí está lo que prometo a cada una de esas almas cuando conozcan Mi Mensaje y lo pongan en práctica."
En ese momento, Jesús lleva la mano a Su Corazón ; aparta Su vestido y de allí salen rayos blancos y rojos ; la otra mano se dirige hacia mí, hacia ustedes, hacia el mundo.
Jesús dice (y yo repito cada frase) :
"El primer día,
Aliviaré la amargura en la que se hunde el alma de los pecadores."
Llegué a las 15 horas a la capilla. Como sabía que Jesús iba a venir, mi corazón latía fuerte y me costaba trabajo contener la respiración.
Esperé más o menos quince minutos que me parecieron interminables. Yo no podía ni rezar de lo feliz que me sentía.
A las tres y cuarto exactamente (acababa de oír tocar el cuarto en la iglesia), vi el halo de Luz en el Santo Sacramento, y me acerqué como de costumbre.
En ese momento, mi corazón había dejado de latir fuerte ; incluso me parecía que ya no latía, que la vida se había retirado de mí.
Me arrodillé ; Jesús no apareció en esta Luz, pero oí una voz fuerte que me decía :
"Dios habló a los hombres. Que aquellos que se encargan del Mensaje, oigan Su Voz. Por su falta de Fe, el mundo entero vivirá grandes catástrofes que transformarán las cuatro esquinas de la tierra.
Lo que viven en este momento no es más que el principio de los sufrimientos.
La humanidad no encontrará la paz mientras no conozca Mi Mensaje, y no lo ponga en práctica."
Un instante después de haber oído y repetido ésto en alto, Jesús se me aparece y me dice :
"Tenga la bondad de venir aquí durante ocho días seguidos. Dirá una novena que Yo le dictaré cada día.
Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere dar a conocer al mundo Su Mensaje, para evitar la catástrofe.
Más que nunca Yo quiero derramar un raudal de Mi Gracia en todas esas almas desamparadas.
Y aquí está lo que prometo a cada una de esas almas cuando conozcan Mi Mensaje y lo pongan en práctica."
En ese momento, Jesús lleva la mano a Su Corazón ; aparta Su vestido y de allí salen rayos blancos y rojos ; la otra mano se dirige hacia mí, hacia ustedes, hacia el mundo.
Jesús dice (y yo repito cada frase) :
"El primer día,
Aliviaré la amargura en la que se hunde el alma de los pecadores."
Diga conmigo : "Padre
Nuestro" (Jesús lo dice todo conmigo, muy despacio.)
Diga tres veces : "Salve María" (yo lo recito sola.)
Después repito :
"Por Tu dolorosa Pasión, Señor, ten piedad de nosotros y del mundo entero."
"Gloria a Dios en los Cielos, Paz y Gozo sobre la tierra a los hombres que Él ama."
Diga tres veces : "Salve María" (yo lo recito sola.)
Después repito :
"Por Tu dolorosa Pasión, Señor, ten piedad de nosotros y del mundo entero."
"Gloria a Dios en los Cielos, Paz y Gozo sobre la tierra a los hombres que Él ama."
Jesús dice : "Ustedes
dirán ésto todos los días", y luego desaparece.
"Segundo
día"
El
26 de diciembre de 1975 a las 17h 15 - segundo día, en la capilla.
La Luz, después el Señor se presenta como la víspera.
Lleva Su mano izquierda a Su Corazón: salen de allí rayos rojos y blancos.
Su mano derecha se dirige hacia el mundo.
"Multiplicaré de Gracias el alma de los sacerdotes y religiosas, ya que es por ella que debe ser conocido Mi Mensaje."
La Luz, después el Señor se presenta como la víspera.
Lleva Su mano izquierda a Su Corazón: salen de allí rayos rojos y blancos.
Su mano derecha se dirige hacia el mundo.
"Multiplicaré de Gracias el alma de los sacerdotes y religiosas, ya que es por ella que debe ser conocido Mi Mensaje."
"Tercer
día"
El 27 de
diciembre de 1975 a las 17h 15 - tercer día, en la capilla.
Desde mi sitio, veo la Luz aparecer como de costumbre.
En el momento en que me levanto, Jesús se me aparece, las manos abiertas, tendidas hacia mí
Me acerqué, me arrodillé, y Le saludé.
En ese momento, rayos blancos y rojos brotan de Su Corazón, y El dice :
"Guardaré cerca de Mi Corazón las almas piadosas y fieles.
Ya que ellas Me reconfortaron en el camino del Calvario."
En el momento en que me levanto, Jesús se me aparece, las manos abiertas, tendidas hacia mí
Me acerqué, me arrodillé, y Le saludé.
En ese momento, rayos blancos y rojos brotan de Su Corazón, y El dice :
"Guardaré cerca de Mi Corazón las almas piadosas y fieles.
Ya que ellas Me reconfortaron en el camino del Calvario."
"Cuarto día"
28
de diciembre de 1975 a las 17h 15 - cuarto día, en la capilla.
Desde mi sitio, veo la Luz. De repente Jesús aparece con las manos tendidas hacia mí ;
Desde mi sitio, veo la Luz. De repente Jesús aparece con las manos tendidas hacia mí ;
me sonríe y luego dice: "El cuarto día."
Al pronunciar ésto, como cada vez, Jesús, con un gesto lento de Su Mano izquierda deja aparecer Su Corazón.
En seguida, salen rayos blancos y rojos de éste. Adelanta Su mano derecha hacia mí ; la palma hacia arriba.
"Derramaré los rayos de Mi Gracia, cuando conozcan Mi Mensaje,
a los paganos y a todos aquellos que no Me conozcan todavía."
Al pronunciar ésto, como cada vez, Jesús, con un gesto lento de Su Mano izquierda deja aparecer Su Corazón.
En seguida, salen rayos blancos y rojos de éste. Adelanta Su mano derecha hacia mí ; la palma hacia arriba.
"Derramaré los rayos de Mi Gracia, cuando conozcan Mi Mensaje,
a los paganos y a todos aquellos que no Me conozcan todavía."
"Quinto
día"
El
29 de diciembre de 1975 a las 18h 30 - quinto día, en la capilla.
Vi la Luz justo al llegar y Jesús se presentó ante mi
como
de costumbre y dice: "El quinto día."
Los rayos salen de Su Corazón
"Atraeré a la unidad de la Iglesia
al alma de los herejes y de los apóstatas."
al alma de los herejes y de los apóstatas."
"Sexto día"
El 30 de
diciembre a las 17h 30 - sexto día, en la capilla.
La Luz se manifestó primero. El Cristo tardó un poco en venir.
La Luz se manifestó primero. El Cristo tardó un poco en venir.
Solamente se me apareció cuando
me arrodillé delante de la Luz.
Rayos blancos y rojos salen de Su Corazón.
Tiende la mano derecha hacia los asistentes y dice :
"Recibiré en la morada de Mi Corazón
a los niños y a las almas humildes, para que guarden
un cariño especial a Nuestro Padre de los Cielos."
"Recibiré en la morada de Mi Corazón
a los niños y a las almas humildes, para que guarden
un cariño especial a Nuestro Padre de los Cielos."
"Séptimo
día"
El
31 de diciembre de 1975 a las 17h 15 - séptimo día, en la capilla.
Veo la Luz. Jesús se
presenta como de costumbre, con las manos dirigidas hacia mí ;
Su Mano está tendida hacia los presentes.
"Vayan a decir al magistrado de esta ciudad que Dios le encarga
que devuelva a la Iglesia la tierra de la cual ella debe ser propietaria."
que devuelva a la Iglesia la tierra de la cual ella debe ser propietaria."
"Octavo
día"
El 1
de enero de 1976, a las 17h 40 - octavo día, en la capilla.
La Luz, luego veo de pronto a Jesús llevar Su Mano izquierda a Su Corazón, de
donde salen rayos blancos y
rojos. Creo que los rojos son más numerosos ; son
como sangre que brota de una fuente, la Fuente de Vida ;
están vivos, ascienden
ligeramente y se extienden a lo ancho hacia abajo, algo así como unos chorros
de agua
sobre el césped ; se renuevan sin cesar.
"Aliviaré las almas del purgatorio.
Mi Sangre apagará sus quemaduras."
Mi Sangre apagará sus quemaduras."
"Noveno día"
Viernes
2 de enero de 1976 a las 17h 53 - Noveno día, en la capilla.
Es el noveno y último día de la novena. La Luz, luego Jesús apareció
como
de costumbre, los rayos rojos y blancos saliendo de Su Corazón.
"Calentaré los corazones más endurecidos, las almas heladas, aquellas
que hieren más profundamente Mi Corazón."
.
Luego Jesús me dice :
"Dígalo en voz alta", y yo repito cada frase después de Él.
"Dígalo en voz alta", y yo repito cada frase después de Él.
"Prometo
a las almas que irán a arrepentirse al pie de la Cruz Gloriosa y que dirán todos
los días la oración que Yo les enseñé, que en esta vida satán ya no tendrá poder sobre ellos
y que, por todo un tiempo de mancha, en un instante
llegarán a ser puros y serán hijos de
Dios por toda la Eternidad.
Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere salvar a la humanidad que está al borde del abismo.
Para este último Mensaje, es preciso que os preparéis."
Mi Padre, cuya Bondad es infinita, quiere salvar a la humanidad que está al borde del abismo.
Para este último Mensaje, es preciso que os preparéis."
"Haga la señal de
la Cruz".(lo hago).
Después Jesús baja las manos y me dice (sin precisar que lo repita en alto) :
"Sin decir una palabra, medite en su corazón las palabras que usted ha oído.
A pesar del tiempo que transcurrirá, su fe debe permanecer inquebrantable."
Después Jesús baja las manos y me dice (sin precisar que lo repita en alto) :
"Sin decir una palabra, medite en su corazón las palabras que usted ha oído.
A pesar del tiempo que transcurrirá, su fe debe permanecer inquebrantable."
Jesús me sonríe
largamente y desaparece.
Esos maravillosos nueve días ya han terminado.
Las últimas Palabras que Jesús acababa de decirme me hicieran creer que no lo volvería a ver tan pronto. Los días, las semanas y los meses pasan. Jesús ya no aparece. Sin duda su Mensaje se ha acabado sin duda.
Pero a pesar del Mensaje que Jesús pide que se anuncie al mundo y que la Iglesia debe reconocer, yo sigo en una gran Paz que Jesús me dejó antes de irse.
Pero rezo por aquellos que tienen encargo de anunciar al mundo el grave Mensaje de Jesús.
Rezo por aquellos que dudan. Que Jesús les aclare sus dudas para que las Palabras proféticas de Jesús que salieron de mi boca, sean oídas, y que lo que El pide se realice...
Esos maravillosos nueve días ya han terminado.
Las últimas Palabras que Jesús acababa de decirme me hicieran creer que no lo volvería a ver tan pronto. Los días, las semanas y los meses pasan. Jesús ya no aparece. Sin duda su Mensaje se ha acabado sin duda.
Pero a pesar del Mensaje que Jesús pide que se anuncie al mundo y que la Iglesia debe reconocer, yo sigo en una gran Paz que Jesús me dejó antes de irse.
Pero rezo por aquellos que tienen encargo de anunciar al mundo el grave Mensaje de Jesús.
Rezo por aquellos que dudan. Que Jesús les aclare sus dudas para que las Palabras proféticas de Jesús que salieron de mi boca, sean oídas, y que lo que El pide se realice...
Es de hacer notar que en estas apariciones Jesús no hace alusión a
las apariciones a Santa Faustina Kowalska, a pesar de que Su Apariencia es la
misma de la imagen de Jesús Misericordioso.