miércoles, 1 de diciembre de 2010

NOVENA A LA MADRE DE DIOS - 1º de Enero



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Comenzamos todos los días
con la oración:

¡Salve María! Eres la Llena de Gracia.
Virgen fiel, Reina y Madre mía,
Con Tu Protección, y compañía,
Descubro cada mañana, un nuevo día.
Con Tu abrazo me siento amparada,
Y vivo las dulzuras en mis labios
Con sabor a leche y miel de Tu Regazo.

"Acordaos"
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vuestra protección, implorando Vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y
acogedlas benignamente. Amén.
Día primero:
La Asunción de María
"Pidiendo a Dios continua y ardientemente que reproduzca en nosotros el “Fiat” de María. Este “Fiat” de cada instante a la Voluntad de Dios, --desde el primer momento de Su Concepción Inmaculada; cuando el Verbo se hizo Carne en Su seno purísimo; cuando lo
entregó al Padre en la Cruz consumando el Sacrificio perfecto en Su
mismo Corazón; en la privación de Su Hijo-Dios; hasta el momento de Su
gloriosa Asunción al Cielo, vivida en perfecta fidelidad a la Voluntad
de Dios,-- debe reproducirse del mismo modo en cada instante de nuestras
vidas, en todas las circunstancias, hasta que Jesús mismo forme Su vida
en nosotros"
Padrenuestro, Ave María y Gloria
Día segundo:
María la Señora de todos los Pueblos
*+*+*+
Las palabras “que una vez fue María” significan: muchos pueblos han conocido a María solamente como María. Ahora, sin embargo, en esta nueva era que esta comenzando quiero ser la Señora de Todos los Pueblos. Todos entenderán esto.
El 6 de Abril del siguiente año Ella explicó además que Ella se convirtió en la Señora de
Todos los Pueblos al pie de la Cruz donde Jesús le pidió que aceptara a
Juan como Su hijo (cf. Jn 19:26), que “fue en el Sacrificio de la Cruz
donde se dio el cambio”. Las palabras de la oración de ninguna manera
niegan que María es siempre María, sino que de una manera apropiada


ORACIÓN
"Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora Tu Espíritu sobre la tierra. Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos, para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. Que la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS, que un día era María, sea nuestra Abogada.
Amén."
Padrenuestro, Ave María y Gloria
Día tercero:
Nuestra Señora de los Milagros

Oh Milagrosa Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, prosternados a Vuestras plantas Os encomendamos nuestros corazones, nuestros afectos, nuestros intereses, la salud de
nuestros cuerpos, la salvación de nuestras almas, la paz de nuestras
familias y el bienestar de nuestro pueblo. Velad por nosotros desde los Cielos, apartadnos de todo peligro, endulzad nuestros pesares,
santificad nuestros trabajos y colmadnos de vuestras Gracias y Virtudes,
oh siempre Virgen y siempre Madre y siempre buena, María.
Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
Padrenuestro, Ave María y Gloria
Día cuarto:
Nuestra Señora de Fátima
*+*+*+¡Oh santísima Virgen María, Madre de los pobres pecadores!, que apareciendo en Fátima, dejaste transparentar en Vuestro Rostro Celestial una leve
sombra de tristeza para indicar el dolor que os causan los pecados de
los hombres y que con maternal compasión exhortaste a no afligir más a Vuestro Hijo con la culpa y a reparar los pecados con la mortificación y la penitencia. Dadnos la Gracia de un sincero dolor de los pecados cometidos y la resolución generosa de reparar con obras de penitencia y mortificación todas las ofensas que se infieren
a Vuestro Divino Hijo y a Vuestro Corazón Inmaculado.

Padrenuestro, Ave María y Gloria

Día Quinto:
Nuestra Señora del Carmen
Muchos Papas, santos y teólogos católicos han explicado que, según esta promesa, quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la
muerte, la Gracia de la perseverancia en el estado de Gracia (sin pecado mortal) o la Gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del
devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida
cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.
En las dificultades: ayúdame. De los enemigos del alma: sálvame. En mis desaciertos: ilumíname. En mis dudas y penas: confórtame. En mis enfermedades: fortaléceme. Cuando me desprecien: anímame. En las tentaciones: defiéndeme. En horas difíciles: consuélame. Con Tu Corazón maternal: ámame. Con Tu inmenso Poder: protégeme. Y en Tus brazos al expirar: recíbeme. Virgen del Carmen, ruega por nosotros. Amén.
Padrenuestro, Ave María y Gloria
Día Sexto:
Nuestra Señora de Guadalupe
Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Que bien dice a Tu soberanía ese tapete que la luna forma a Tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo lo creado jamás
padeciste el menguante de la más ligera imperfección: antes de Tu primer instante estuviste Llena de Gracia. Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud y solo soy constante en mis viciosas costumbres. Duélete de mí, Madre amorosa y tierna; ya que soy como la luna en mi inconstancia, sea como la luna que está a Tus pies, esto es, firme siempre en Tu devoción
y amor, para no padecer los menguantes de la culpa. Haz que esté yo siempre a Tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones, detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios.
Amén.
Padrenuestro, Ave María y Gloria
Día Séptimo:
Virgen de Lourdes
Bienaventurada seas, Oh la más pura Virgen, por haber condescendido a manifestar Tu esplendor con vida, dulzura y belleza en la Gruta de Lourdes, diciendo a
la niña Santa Bernadette: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Miles de veces nos hemos congratulado acerca de Tu Inmaculada Concepción. Y ahora, Oh por siempre Virgen Inmaculada, Madre de Misericordia, salud de los enfermos, refugio de pecadores y consuelo para los afligidos,
Tú que conoces nuestros deseos, nuestros problemas y nuestros
sufrimientos, dígnate a echar sobre nosotros una mirada de misericordia.

Padrenuestro, Ave María y Gloria
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Día Octavo:
Nuestra Señora del Pilar
*+Virgencita Santa: que desde tu Santuario del Pilar en Zaragoza, sigas enviando
ayudas y favores a todos los habitantes de España y de América.
Quiero señora, que el día del temido juicio
Seas mi abogada, para subir a la Gloria deseada.
De Vos me fío, Madre solicita, y bienhechora
Como si cada noche fuera la última en esta posada
Dame para este fin la perseverancia.
Guía mis pasos en la constancia, en el dolor ofrecido, y el amor.
Para entregar a Tu Hijo, lo mejor que de mi corazón.
Padrenuestro, Ave María y Gloria
Día Noveno:

CONSAGRACIÓN A MARÍA, MADRE DE LA EUCARISTÍA

Dios mío,
Yo creo que eres Uno en Naturaleza, igual en Divinidad.
Tres Personas, Presentes en la Eucaristía.
Ante Ti, Dios Uno y Trino, me postro en adoración
y Te reconozco como mi Creador, Redentor, Santificador.
Yo, pequeña y débil creatura,
elevada por Tu Gracia a la dignidad de ser hijo(a) Tuyo(a),
deseo vivir las enseñanzas del Evangelio,
ser un miembro dócil de la Iglesia,
aceptar los mensajes
que nos has enviado a través de la Madre de la Eucaristía.
Padre mío, necesito Tu Amor
para dar significado, dirección y propósito a mi vida,
nada puedo hacer sin Ti
al volverme hijo(a) Tuyo(a).
Jesús, dulce Maestro,
deseo conocerte y amarte más y más,
alimenta, sostiene y fortalece
mi vida con la Eucaristía,
Pan de Dios, el Pan de Vida, Pan Vivo bajado del Cielo.
Espíritu Santo, dame Tu luz
para que pueda comprender, aunque sea por un instante,
todo el infinito amor de la Santísima Trinidad
que se me da en la Eucaristía.
Oh Dios, Uno y Trino,
me consagro a Ti por medio de María,
Madre de la Eucaristía.
Me comprometo, tanto como sea posible,
a asistir diariamente a la Santa Misa
y a recibirte en mi corazón.
Creo que estás en Verdad Presente
en los Sagrarios de las iglesias,
donde deseo ir a alabarte, a adorarte
y hacerte compañía.
Madre de la Eucaristía,
Tú quien nos has dado a Tu Hijo Jesús,
con dolor y tanto amor,
mientras pendía de la Cruz,
ayúdame a vivir en la Gracia para siempre estar listo
para recibir a Jesús en mi corazón.
Amén.
Para terminar cada día:
este PoemaSanta María patrocinio del cristiano.
Como Cedro, Te has elevado en el Líbano.
Como ciprés, en el monte del Hermón.
Eres Símbolo, de Majestuosidad y Sabiduría.
Eres el espejo, de las aguas del Jordán.
Humilde Señora, y sublime emblema.
El Padre Eterno escribió en Tu Frente,
Una Aureola, de Lirio y Pureza Eterna.
Haz que Te miremos con gratitud,
Para lograr de Tus manos, el perdón de los pecados.
Se reza también la Salve.
Y se pide la Gracia que deseamos conseguir en esta novena
de las distintas Advocaciones de la Madre de Dios y Madre nuestra.
Mercedes Ramos.
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