jueves, 11 de marzo de 2010

La Santa Misa



TESTIMONIO DE CATALINA RIVAS SOBRE LA SANTA MISA






Primera parte: PREPARACIÓN

Procesión de entrada
Todos de pie, el Sacerdote se dirije al Altar.
Se puede cantar el himno de entrada
(De pie)
Saludo
(Sacerdote) - En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
(Congregación) ~Amén
S-La Gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la Comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes
~Y con tu espíritu
Acto penitencial
S -
Hermanos, para celebrar dignamente estos Sagrados Misterios, reconozcamos nuestros pecados
~ Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego ante Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor
S - Dios Todopoderoso tenga Misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la Vida Eterna
~Amén
S - Señor, ten piedad
~Señor, ten piedad
S - Cristo, ten piedad
~Cristo, ten piedad
S - Señor, ten piedad
~Señor, ten piedad

El Gloria
(Himno de alabanza. Puede ser hablado o cantado )
Gloria a Dios en el Cielo
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por Tu inmensa Gloria Te alabamos, Te bendecimos, Te adoramos, Te glorificamos, Te damos gracias Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros
porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la Gloria de Dios Padre. Amén

Oración colecta
S - Oremos, ... por los siglos de los siglos.
~Amén. (Sentados)

Liturgia de la palabra

Primera lectura ...
Al final de la lectura, el lector dice: - Palabra de Dios
~Te alabamos Señor
Salmo responsorial (Varía, según la Misa
Segunda lectura ...
Al final de la lectura, el lector dice: - Palabra de Dios
~Te alabamos Señor
El Aleluya
Hablado o cantado
(De pié) . . . . . . . . .
Evangelio
S - El señor esté con vosotros
~Y con tu espíritu
S - Lectura del Santo Evangelio según san NNN
~Gloria a Ti Señor

Al final del evangelio
S - Palabra del Señor
~Gloria a Ti Señor Jesús
Homilía
(Sentados)
Profesión de fe
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del Cielo, (inclinación) y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; (fin inclinación) y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al Cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con Gloria para juzgar a vivos y muertos, y Su Reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo reciben una misma Adoración y Gloria. Y que habló por los profetas
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la Vida del mundo futuro. Amén
Este es el testimonio que debo y quiero dar al mundo entero, para mayor Gloria de Dios y para la salvación de todo aquel que quiera abrir su corazón al Señor
Para que mis hermanos y hermanas laicos del mundo entero vivan el mayor de los Milagros con el corazón: la celebración de la Santa Eucaristía
El señor Arzobispo empezó la Santa Misa, y al llegar a la Oración Penitencial, dijo la Santísima Virgen
Desde el fondo de tu corazón, pide perdón al Señor por todas tus culpas, por haberlo ofendido, así podrás participar dignamente de este privilegio que es asistir a la Santa Misa
“¿Por qué tienen que llegar en el último momento? Ustedes deberían estar antes para poder hacer una oración y pedir al Señor que envíe Su Santo Espíritu, que les otorgue un espíritu de paz que eche fuera el espíritu del mundo, las preocupaciones, los problemas y las distracciones para ser capaces de vivir este momento tan sagrado. Pero llegan casi al comenzar la celebración, y participan como si participaran de un evento cualquiera, sin ninguna preparación espiritual. ¿Por qué? Es el Milagro más grande, van a vivir el momento de regalo más grande de parte del Altísimo y no lo saben apreciar



Era día de Fiesta y debía recitarse el Gloria. Dijo nuestra Señora
Glorifica y bendice con todo tu amor a la Santísima Trinidad en tu reconocimiento como criatura Suya

Y pedí: Señor, libérame de todo espíritu malo, mi corazón Te pertenece, Señor mío envíame Tu paz para conseguir el mejor provecho de esta Eucaristía y que mi vida dé sus mejores frutos. Espíritu Santo de Dios, transfórmame, actúa en mí, guíame ¡Oh Dios, dame los dones que necesito para servirte mejor














Llegó el momento de la Liturgia de la Palabra y la Virgen me hizo repetir: “Señor, hoy quiero escuchar Tu Palabra y producir fruto abundante, que Tu Santo Espíritu limpie el terreno de mi corazón, para que Tu Palabra crezca y se desarrolle, purifica mi corazón para que esté bien dispuesto
“Quiero que estés atenta a las lecturas y a toda la homilía del sacerdote. Recuerda que la Biblia dice que la Palabra de Dios no vuelve sin haber dado fruto. Si tú estás atenta, va a quedar algo en ti de todo lo que escuches. Debes tratar de recordar todo el día esas Palabras que dejaron huella en ti. Serán dos frases unas veces, luego será la lectura del Evangelio entera, tal vez solo una palabra, paladear el resto del día y eso hará carne en ti porque esa es la forma de transformar la vida, haciendo que la Palabra de Dios lo transforme a uno
“Y ahora, dile al Señor que estás aquí para escuchar lo que quieres que El diga hoy a tu corazón







Segunda parte: OFRECIMIENTO

Plegaria universal
Al final de cada plegaria: Roguemos al Señor
Escúchanos, Señor, Te rogamos
Liturgia Eucarística
S - Bendito seas Señor Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de Tu generosidad y ahora Te presentamos; él será para nosotros Pan de Vida
~Bendito seas por siempre, Señor
S - El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la Vida Divina de Quien ha querido compartir nuestra condición humana.
Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de Tu generosidad y ahora Te presentamos; el será para nosotros bebida de Salvación
~Bendito seas por siempre, Señor
(Oración silenciosa) - Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que este sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en Tu Presencia, Señor, Dios nuestro.

Lavado de las manos
S - Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado
Oración sobre las ofrendas
S - Orad, hermanos, para que este Sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre Todopoderoso
~El Señor reciba de tus manos este Sacrificio para Alabanza y Gloria de Su Nombre, para nuestro bien y el de toda Su Santa Iglesia. (De pié)
Oración
(De acuerdo a la Misa), - ... por Jesucristo nuestro Señor
~Amén

















Plegaria Eucarística
S - El Señor esté con vosotros
~Y con tu espíritu
S - Levantemos el corazón
~Lo tenemos levantado hacia el Señor
S - Demos gracias al Señor, nuestro Dios
~Es justo y necesario










Prefacio
S - En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias Padre Santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, Tu Hijo amado. Por Él, que es Tu Palabra, hiciste todas las cosas; Tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en cumplimiento de Tu Voluntad, para destruir la muerte y manifestar la Resurrección extendió Sus brazos en la Cruz, y así adquirió para Ti un pueblo santo. Por eso, con los ángeles y los santos, cantamos Tu Gloria diciendo
~Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los ejércitos. Llenos están el Cielo y la tierra de Tu Gloria. Hosanna en el Cielo. Bendito el que viene en Nombre del Señor. Hosanna en el Cielo
Un momento después llegó el Ofertorio y la Santísima Virgen dijo “Reza así: ( y yo la seguía) Señor, te ofrezco todo lo que soy, lo que tengo, lo que puedo, todo lo pongo en Tus manos. Edifica Tú, Señor con lo poco que soy. Por los méritos de Tu Hijo, transfórmame, Dios Altísimo. Te pido por mi familia, por mis bienhechores, por cada miembro de nuestro Apostolado, por todas las personas que nos combaten, por aquellos que se encomiendan a mis pobres oraciones... Enséñame a poner mi corazón en el suelo para que su caminar sea menos duro. Así oraban los santos, así quiero que lo hagan
… De pronto empezaron a ponerse de pie unas figuras que no había visto antes. Era como si del lado de cada persona que estaba en la Catedral, saliera otra persona y aquello se llenó de unos personajes jóvenes, hermosos. Iban vestidos con túnicas muy blancas y fueron saliendo hasta el pasillo central dirigiéndose hacia el Altar.
Dijo nuestra Madre: “Observa, son los Ángeles de la Guarda de cada una de las personas que está aquí. Es el momento en que su Ángel de la Guarda lleva sus ofrendas y peticiones ante el Altar del Señor.”
… Algunos de ellos tenían como una fuente de oro con algo que brillaba mucho con una luz blanca-dorada, dijo la Virgen: -“Son los Ángeles de la Guarda de las personas que están ofreciendo esta Santa Misa por muchas intenciones, aquellas personas que están conscientes de lo que significa esta celebración, aquellas que tienen algo que ofrecer al Señor...”
“Ofrezcan en este momento..., ofrezcan sus penas, sus dolores, sus ilusiones, sus tristezas, sus alegrías, sus peticiones. Recuerden que la Misa tiene un valor infinito por lo tanto, sean generosos en ofrecer y en pedir.”
Detrás de los primeros Ángeles venían otros que no tenían nada en las manos, las llevaban vacías. Dijo la Virgen: -“Son los Ángeles de las personas que estando aquí, no ofrecen nunca nada, que no tienen interés en vivir cada momento litúrgico de la Misa y no tienen ofrecimientos que llevar ante el Altar del Señor.”
En último lugar iban otros Ángeles que estaban medio tristones, con las manos juntas en oración pero con la mirada baja. -“Son los Ángeles de la Guarda de las personas que estando aquí, no están, es decir de las personas que han venido forzadas, que han venido por compromiso, pero sin ningún deseo de participar de la Santa Misa y los Ángeles van tristes porque no tienen qué llevar ante el Altar, salvo sus propias oraciones.”
“No entristezcan a su Ángel de la Guarda... Pidan mucho, pidan por la conversión de los pecadores, por la paz del mundo, por sus familiares, sus vecinos, por quienes se encomiendan a sus oraciones. Pidan, pidan mucho, pero no sólo por ustedes, sino por los demás.”
“Recuerden que el ofrecimiento que más agrada al Señor es cuando se ofrecen ustedes mismos como holocausto, para que Jesús, al bajar, los transforme por Sus propios méritos. ¿Qué tienen que ofrecer al Padre por sí mismos? La nada y el pecado, pero al ofrecerse unidos a los méritos de Jesús, aquel ofrecimiento es grato al Padre.”
Llegó el momento final del Prefacio y cuando la asamblea decía: “Santo, Santo, Santo” de pronto, todo lo que estaba detrás de los celebrantes desapareció. Del lado izquierdo del señor Arzobispo hacia atrás en forma diagonal aparecieron miles de Ángeles … Todos se arrodillaban con las manos unidas en oración y en reverencia inclinaban la cabeza. Se escuchaba una música preciosa, como si fueran muchísimos coros con distintas voces y todos decían al unísono junto con el pueblo: Santo, Santo, Santo… Del lado derecho del Arzobispo hacia atrás en forma también diagonal, una multitud de personas, iban vestidas con la misma túnica pero en colores pastel … Todos se arrodillaban también ante el canto de “Santo, Santo, Santo, es el Señor...” Dijo nuestra Señora: -“Son todos los Santos y Bienaventurados del cielo y entre ellos, también están las almas de los familiares de ustedes que gozan ya de la Presencia de Dios.”
Entonces la vi. Allá justamente a la derecha del señor Arzobispo... un paso detrás del celebrante … Me hablaba desde allá, pero silenciosamente, directamente al corazón, sin mirarme
-“¿Te llama la atención verme un poco más atrás de Monseñor, verdad?. Así debe ser... Con todo lo que Me ama Mi Hijo, no Me Ha dado la dignidad que da a un sacerdote de poder traerlo entre Mis manos diariamente, como lo hacen las manos sacerdotales. Por ello siento tan profundo respeto por un sacerdote y por todo el milagro que Dios realiza a través suyo, que me obliga a arrodillarme aquí
Delante del altar, empezaron a salir unas sombras de personas en color gris que levantaban las manos hacia arriba. Dijo la Virgen Santísima: -“Son las almas benditas del Purgatorio que están a la espera de las oraciones de ustedes para refrescarse. No dejen de rezar por ellas. Piden por ustedes, pero no pueden pedir por ellas mismas, son ustedes quienes tienen que pedir por ellas para ayudarlas a salir para encontrarse con Dios y gozar de Él eternamente






Tercera parte: CONSAGRACIÓN

DE RODILLAS
Consagración: La última cena

S - Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda Santidad; por eso Te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de Tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado a Su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dió a Sus discípulos, diciendo





Tomad y comed todos de Él, porque esto es Mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros
.
S - Del mismo modo, acabada la cena, tomo el Cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo paso a Sus discípulos, diciendo

















Tomad y bebed todos de Él, porque éste es el Cáliz de Mi Sangre,
Sangre de la Alianza Nueva y Eterna, que será derramada por vosotros
y por todos los hombres para el perdón de los pecados.
Haced esto en Conmemoración Mia
~Amén

S
- Este es el Sacramento de nuestra fe
~Anunciamos Tu Muerte,
proclamamos Tu Resurrección.
Ven, Señor Jesús

Memorial del Misterio Pascual y ofrecimiento
(Las formas más comunes son)

a) S - Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial
de la Muerte y Resurrección de Tu Hijo, Te ofrecemos el Pan de Vida y el Cáliz de Salvación, y Te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en Tu Presencia
Te pedimos, humildemente, que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo
Acuérdate, Señor, de Tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa ... , con nuestro Obispo ...
y todos los pastores que cuidan de Tu pueblo
llévala a su perfección por la caridad
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la Resurrección, y de todos los que han muerto en Tu Misericordia; admítelos a contemplar la Luz de Tu Rostro
Ten Misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen, Madre de Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en Tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por Tu Hijo Jesucristo, compartir la Vida Eterna y cantar Tus alabanzas
b) S - Por eso, Padre, nosotros, Tus siervos, y todo Tu pueblo santo, al celebrar este memorial de la muerte gloriosa de Jesucristo, Tu Hijo, nuestro Señor; de Su santa Resurrección del lugar de los muertos y de Su admirable ascensión a los Cielos, Te ofrecemos, Dios de Gloria y Majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el Sacrificio Puro, Inmaculado y Santo: Pan de Vida Eterna y Cáliz de Eterna Salvación.
Mira con ojos de bondad esta ofrenda y acéptala, como aceptaste los dones del justo Abel, el sacrificio de Abraham, nuestro padre en la fe, y la oblación pura de Tu sumo sacerdote Melquisedec.
Te pedimos humildemente, Dios Todopoderoso, que esta ofrenda sea llevada a Tu presencia, hasta el altar del Cielo, por manos de Tu ángel, para que cuantos recibimos el Cuerpo y la Sangre de Tu Hijo al participar aquí de este altar, seamos colmados de Gracia y Bendición.
Por Cristo nuestro Señor
~Amén

Doxología final

S - Por Cristo, con Él y en Él, a Ti, Dios Padre Omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo,
todo Honor y toda Gloria
por los siglos de los siglos
Amén. (De pie)

Rito de la Comunión

S - Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo Su Divina enseñanza, nos atrevemos a decir
Padre Nuestro, que estás en el Cielo,
santificado sea Tu Nombre;
venga a nosotros Tu Reino;
hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo.
Dadnos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal

S
- Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por Tu Misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la Gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo
~Tuyo es el Reino, Tuyo el Poder y la Gloria, por siempre, Señor


Ofrecimiento del signo de la paz
S - Señor Jesucristo,
que dijiste a Tus apóstoles:
'La Paz os dejo, Mi Paz os doy',
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de Tu Iglesia y, conforme a Tu Palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos

~
Amén

S
- La Paz del Señor esté siempre con vosotros.
~ Y con tu espítiru

S
- Daos fraternalmente la paz
-“Ya lo ves, aquí Estoy todo el tiempo... La gente hace peregrinaciones y busca los lugares de Mis apariciones, y está bien por todas las gracias que allá se reciben, pero en ninguna aparición, en ninguna parte Estoy más tiempo presente que en la Santa Misa. Al pie del Altar donde se celebra la Eucaristía, siempre Me van a encontrar; al pie del Sagrario permanezco Yo con los Ángeles, porque Estoy siempre con Él.”
Dijo la Virgen: “Dile al ser humano, que nunca un hombre es más hombre que cuando dobla las rodillas ante Dios
El celebrante dijo las palabras de la “Consagración”. … Cuando levantaba la forma vi sus manos y tenían unas marcas en el dorso de las cuales salía mucha luz. ¡Era Jesús!... Era Él que con Su Cuerpo envolvía el del celebrante como si rodeara amorosamente las manos del señor Arzobispo. En ese momento la Hostia comenzó a crecer y crecer enorme y en ella, el Rostro maravilloso de Jesús mirando hacia Su pueblo.
Por instinto quise bajar la cabeza y dijo nuestra Señora: “No agaches la mirada, levanta la vista, contémplalo, cruza tu mirada con la Suya y repite la oración de Fátima: Señor, yo creo, adoro, espero y Te amo, Te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman. Perdón y Misericordia... Ahora dile cuánto lo amas, rinde tu homenaje al Rey de Reyes.”
Inmediatamente Monseñor dijo las palabras consagratorias del vino y junto a sus palabras, empezaron unos relámpagos en el cielo y en el fondo. No había techo de la Iglesia ni paredes, estaba todo oscuro solamente aquella luz brillante en el Altar.
De pronto suspendido en el aire, vi a Jesús, crucificado, de la cabeza a la parte baja del pecho. El tronco transversal de la Cruz estaba sostenido por unas manos grandes, fuertes. De en medio de aquel resplandor se desprendió una lucecita como de una paloma muy pequeña muy brillante, dio una vuelta velozmente toda la Iglesia y se fue a posar en el hombro izquierdo del señor Arzobispo que seguía siendo Jesús, porque podía distinguir Su melena y Sus llagas luminosas, Su cuerpo grande, pero no veía Su Rostro.
Arriba, Jesús crucificado, estaba con el rostro caído sobre el lado derecho del hombro … En el costado derecho tenía una herida en el pecho y salía a borbotones, hacia la izquierda sangre y hacia la derecha, pienso que agua pero muy brillante; más bien eran chorros de luz que iban dirigiéndose hacia los fieles moviéndose a derecha e izquierda. ¡Me asombraba la cantidad de sangre que fluía hacia del Cáliz. Pensé que iba a rebalsar y manchar todo el Altar, pero no cayó una sola gota!
Dijo la Virgen en ese momento: “-Este es el Milagro de los Milagros, te lo He repetido, para el Señor no existe ni tiempo ni distancia y en el momento de la Consagración, toda la asamblea es trasladada al pie del Calvario en el instante de la Crucifixión de Jesús."
¿Puede alguien imaginarse eso? Nuestros ojos no lo pueden ver, pero todos estamos allá, en el momento en que a Él lo están crucificando y está pidiendo perdón al Padre, no solamente por quienes lo matan, sino por cada uno de nuestros pecados: “¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!”


















Cuando íbamos a rezar el Padrenuestro, habló el Señor por primera vez durante la celebración y dijo:
“Aguarda, quiero que ores con la mayor profundidad que seas capaz y que en este momento, traigas a tu memoria a la persona o a las personas que más daño te hayan ocasionado durante tu vida, para que las abraces junto a tu pecho y les digas de todo corazón: “En el Nombre de Jesús yo te perdono y te deseo la paz. En el Nombre de Jesús te pido perdón y deseo mi paz. Si esa persona merece la paz, la va a recibir y le hará mucho bien; si esa persona no es capaz de abrirse a la paz, esa paz volverá a tu corazón. Pero no quiero que recibas y des la paz a otras personas cuando no eres capaz de perdonar y sentir esa paz primero en tu corazón.”
“Cuidado con lo que hacen” continuó el Señor - “Ustedes repiten en el Padrenuestro: perdónanos así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Si ustedes son capaces de perdonar y no olvidar, como dicen algunos, están condicionando el perdón de Dios. Están diciendo perdóname únicamente como yo soy capaz de perdonar, no más allá.”
El celebrante decía: “....concédenos la paz y la unidad... y luego: “la paz del Señor esté con todos ustedes...”
De pronto vi que en medio de algunas personas que se abrazaban (no todos), se colocaba en medio una luz muy intensa, supe que era Jesús … Pude sentir verdaderamente el abrazo del Señor en esa luz, era Él que me abrazaba para darme Su paz, porque en ese momento había sido yo capaz de perdonar y de sacar de mi corazón todo dolor contra otras personas. Eso es lo que Jesús quiere, compartir ese momento de alegría abrazándonos para desearnos Su Paz





Cuarta parte: COMUNIÓN

S - El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este Cáliz, sean para nosotros alimento de Vida Eterna.
(De rodillas)
~ Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.
S - Señor Jesucristo, la Comunión de Tu Cuerpo y de Tu Sangre no sea para mi un motivo de juicio y condenación, sino que, por Tu Piedad, me aproveche para defensa de alma y cuerpo y como remedio saludable.


Sagrada Comunión

S - Este es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del
Señor
~Señor no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra Tuya bastará para sanarme


(Al recibir la Sagrada Comunión)

S - El Cuerpo de Cristo
~Amén
S - La Sangre de Cristo
~Amén



Para la comunión espiritual puedes valerte de esta fórmula:
Os creo y adoro, ¡oh Jesús mío!, presente en el Santísimo Sacramento, y deseo recibiros; venid a mí espiritualmente y haced que jamás me separe de Vos.




























Después la Sagrada Comunión

S - Oremos (De pie)
Oración después de la Sagrada Comunión …
~Amén

Llegó el momento de la comunión de los celebrantes, ahí volví a notar la presencia de todos los sacerdotes junto a Monseñor. Cuando él comulgaba, dijo la Virgen:
“Este es el momento de pedir por el celebrante y los sacerdotes que lo acompañan, repite junto a Mí: Señor, bendícelos, santifícalos, ayúdalos, purifícalos, ámalos, cuídalos, sostenlos con Tu Amor... Recuerden a todos los sacerdotes del mundo, oren por todas las almas consagradas...”
… El Señor quiere que la gente del rebaño que le ha encomendado Dios ore y ayude en la santificación de su Pastor. Algún día, cuando estemos al otro lado, comprenderemos la maravilla que el Señor ha hecho al darnos sacerdotes que nos ayuden a salvar nuestra alma.
Empezó la gente a salir de sus bancas para ir a comulgar. … el Señor me dijo: -“Espera un momento, quiero que observes algo...” levanté la vista hacia la persona que iba a recibir la comunión en la lengua de manos del sacerdote.
… esta persona … la noche anterior no había alcanzado a confesarse, y lo hizo recién esa mañana, antes de la Santa Misa. Cuando el sacerdote colocaba la Sagrada Forma sobre su lengua, como un flash de luz, aquella luz muy dorada-blanca atravesó a esta persona por la espalda primero y luego fue bordeándola en la espalda, los hombros y la cabeza. Dijo el Señor:
“¡Así es como Yo Me complazco en abrazar a un alma que viene con el corazón limpio a recibirme!”
Cuando me dirigía a recibir la comunión Jesús repetía: - “La última cena fue el momento de mayor intimidad con los Míos. En esa hora del amor, instauré lo que ante los ojos de los hombres podría ser la mayor locura, hacerme prisionero del Amor. Instauré la Eucaristía. Quise permanecer con ustedes hasta la consumación de los siglos, porque Mi Amor no podía soportar que quedaran huérfanos aquellos a quienes amaba más que a Mi vida...”

Cuando llegué a mi asiento, al arrodillarme dijo el Señor: -“Escucha...” Y en un momento comencé a escuchar dentro de mí las oraciones de una señora que estaba sentada delante de mí y que acababa de comulgar.
… De pronto el señor Arzobispo dijo: “Oremos” y obviamente toda la asamblea se puso de pie para la oración final. Jesús dijo con un tono triste: -“¿Te has dado cuenta? Ni una sola vez Me ha dicho que Me ama, ni una sola vez ha agradecido el don que Yo le He hecho de bajar Mi Divinidad hasta su pobre humanidad, para elevarla hacia Mí. Ni una sola vez ha dicho: gracias, Señor. Ha sido una letanía de pedidos... y así son casi todos los que vienen a recibirme.”
“Yo He muerto por amor y Estoy resucitado. Por amor espero a cada uno de ustedes y por amor permanezco con ustedes..., pero ustedes no se dan cuenta que necesito de su amor. Recuerda que Soy el Mendigo del Amor en esta hora sublime para el alma.”






Quinta parte: ACCIÓN DE GRACIAS


Rito de conclusión


S - El Señor esté con vosotros
~Y con tu espíritu
S - La Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros
~Amén
S - Podéis ir en paz
~Demos gracias a Dios

Cuando el celebrante iba a impartir la bendición, la Santísima Virgen dijo: “Atenta, cuidado... Ustedes hacen un garabato en lugar de la señal de la Cruz. Recuerda que esta bendición puede ser la última que recibas en tu vida, de manos de un sacerdote. Tú no sabes si saliendo de aquí vas a morir o no y no sabes si vas a tener la oportunidad de que otro sacerdote te de una bendición. Esas manos consagradas te están dando la bendición en el Nombre de la Santísima Trinidad, por lo tanto, haz la señal de la Cruz con respeto y como si fuera la última de tu vida”






… Jesús me pidió que me quedara con Él unos minutos más luego de terminada la Misa. Dijo:
“No salgan a la carrera terminada la Misa, quédense un momento en Mi Compañía, disfruten de ella y déjenme disfrutar de la de ustedes...”
… - Señor, verdaderamente, ¿cuánto tiempo te quedas luego de la comunión con nosotros?
Supongo que el Señor se debió reír de mi tontera porque contestó: “Todo el tiempo que tú quieras tenerme contigo. Si Me hablas todo el día, dedicándome unas palabras durante tus quehaceres, te escucharé. Yo estoy siempre con ustedes, son ustedes los que Me dejan a Mí. Salen de la Misa y se acabó el día de guardar, cumplieron con el día del Señor y se acabó, no piensan que Me gustaría compartir su vida familiar con ustedes, al menos ese día.”
“Ustedes en sus casas tienen un lugar para todo y una habitación para cada actividad: un cuarto para dormir, otro para cocinar, otro para comer, etc. etc. ¿Cuál es el lugar que han hecho para Mí? Debe ser un lugar no solamente donde tengan una imagen que está empolvada todo el tiempo, sino un lugar donde al menos 5 minutos al día la familia se reúna para agradecer por el día, por el don de la vida, para pedir por sus necesidades del día, pedir bendiciones, protección, salud... Todo tiene un lugar en sus casas, menos Yo”.
“Los hombres programan su día, su semana, su semestre, sus vacaciones, etc. Saben qué día van a descansar, qué día ir al cine o a una fiesta, a visitar a la abuela o los nietos, los hijos, a los amigos, a sus diversiones. ¿Cuántas familias dicen una vez al mes al menos: “Este es el día en que nos toca ir a visitar a Jesús en el Sagrario” y viene toda la familia a conversar Conmigo, a sentarse frente a Mí y conversarme, contarme cómo les fue durante el último tiempo, contarme los problemas, las dificultades que tienen, pedirme lo que necesitan... ¡Hacerme partícipe de sus cosas!?. ¿Cuántas veces?”
“Yo lo sé todo, leo hasta en lo más profundo de sus corazones y sus mentes, pero Me gusta que Me cuenten ustedes sus cosas, que Me hagan partícipe como a un familiar, como al más íntimo amigo” ¡Cuántas Gracias se pierde el hombre por no darme un lugar en su vida!”
Cuando me quedé aquel día con Él y en muchos otros días, fue dándonos enseñanzas y hoy quiero compartir con ustedes en esta misión que me han encomendado. Dice Jesús:
“Quise salvar a Mi criatura, porque el momento de abrirles la puerta del Cielo ha sido preñado con demasiado dolor...” “Recuerda que ninguna madre ha alimentado a su hijo con su carne, Yo He llegado a ese extremo de Amor para comunicarles Mis Méritos.”
“La Santa Misa Soy Yo mismo prolongando Mi vida y Mi sacrificio en la Cruz entre ustedes. Sin los méritos de Mi vida y de Mi Sangre, ¿qué tienen para presentarse ante el Padre? La nada, la miseria y el pecado...”
“Ustedes deberían exceder en virtud a los Ángeles y Arcángeles, porque ellos no tienen la dicha de recibirme como alimento, ustedes sí. Ellos beben una gota del manantial, pero ustedes que tienen la Gracia de recibirme, tienen todo el océano para beberlo.”
La otra cosa de la que habló con dolor el Señor fue de las personas que hacen un hábito de su encuentro con Él. De aquellas que han perdido el asombro de cada encuentro con Él. Que la rutina vuelve a ciertas personas tan tibias que no tienen nada nuevo que decirle a Jesús al recibirlo. De no pocas almas consagradas que pierden el entusiasmo de enamorarse del Señor y hacen de su vocación un oficio, una profesión a la que no se le entrega más que lo que exige de uno, pero sin sentimiento...
Luego el Señor me habló de los frutos que debe dar cada comunión en nosotros. Es que sucede que hay gente que recibe al Señor a diario y que no cambia su vida. Que tienen muchas horas de oración y que hace muchas obras, etc. etc. Pero su vida no se va transformando y una vida que no se va transformando, no puede dar frutos verdaderos para el Señor. Los méritos que recibimos en la Eucaristía deben dar frutos de conversión en nosotros y frutos de caridad para con nuestros hermanos.
Los laicos tenemos un papel muy importante dentro de nuestra Iglesia, no tenemos ningún derecho a callarnos ante el envío que nos hace el Señor como a todo bautizado, de ir a anunciar la Buena Nueva. No tenemos ningún derecho de absorber todos estos conocimientos y no darlos a los demás y permitir que nuestros hermanos se mueran de hambre teniendo nosotros tanto pan en nuestras manos.
No podemos mirar que se esté desmoronando nuestra Iglesia, porque estamos cómodos en nuestras Parroquias, en nuestras casas, recibiendo y recibiendo tanto del Señor: Su Palabra, las homilías del sacerdote, las peregrinaciones, la Misericordia de Dios en el Sacramento de la confesión, la unión maravillosa con el Alimento de la Comunión, las charlas de tales o cuales predicadores.
En otras palabras, estamos recibiendo tanto y no tenemos el valor de salir de nuestras comodidad, de ir a una cárcel, a un instituto correccional, hablarle al más necesitado, decirle que no se entregue, que ha nacido católico y que su Iglesia lo necesita, ahí, sufriente, porque ese su dolor va a servir para redimir a otros, porque ese sacrificio le va a ganar la Vida Eterna.
No somos capaces de ir donde los enfermos terminales en los hospitales y rezando la Coronilla a la Divina Misericordia, ayudarlos con nuestra oración en ese momento de lucha entre el bien y el mal, para librarlos de las trampas y tentaciones del demonio. Todo moribundo tiene temor y el solo tomar la mano de uno de ellos y hablarle del amor de Dios y de la maravilla que lo espera en el Cielo junto a Jesús y María, junto a sus seres que partieron, los reconforta.
La hora que estamos viviendo, no admite filiaciones con la indiferencia. Tenemos que ser la mano larga de nuestros sacerdotes para ir donde ellos no pueden llegar. Pero para ello, para tener el valor, debemos recibir a Jesús, vivir con Jesús, alimentarnos de Jesús.
Tenemos miedo a comprometernos un poco más y cuando el Señor dice: “Busca primero el Reino de Dios y lo demás se te dará por añadidura”, es el todo hermanos. Es el buscar el Reino de Dios por todos los medios y con todos los medios y... ¡abrir las manos para recibir TODO por añadidura; porque es el Patrón que mejor paga, el único que está atento a tus menores necesidades!

Hermano, hermana, gracias por haberme permitido cumplir con la misión que se me ha encomendado: hacerte llegar estas páginas.
La próxima vez que asistas a la Santa Misa, vívela. Sé que el Señor cumplirá contigo la promesa de que “Nunca más tu Misa volverá a ser la de antes”, y cuando lo recibas: ¡Ámalo!
Experimenta la dulzura de sentirte reposando entre los pliegues de Su costado abierto por ti, para dejarte Su Iglesia y Su Madre, para abrirte las puertas de la Casa de Su Padre, para que seas capaz de comprobar Su Amor Misericordioso a través de este testimonio y trates de corresponderle con tu pequeño amor.
Que Dios te bendiga en esta Pascua de Resurrección.
Tu hermana en Jesucristo Vivo,
Catalina
Misionera laica del Corazón Eucarístico de Jesús




“NO ENCUENTRO NADA EN CONTRA DE LA FE O LAS COSTUMBRES DE LA IGLESIA “
PBRO. DANIEL GAGNON, OMI
COMISION PARA LA DOCTRINA DE LA FE
ARQUIDIÓCESIS DE MÉXICO
ABRIL 2000

NO ES MI FUNCION CONFIRMAR SU CARÁCTER SOBRENATURAL. SIN EMBARGO LO RECOMIENDO POR SU INSPIRATION ESPIRITUAL.




Fuentes:
http://www.grancruzada.org/grancruzada/Misa/20031210_La_Santa_Misa-Web_format.htm
http://www.misas.org/docs/ordinario

- Serie de articulos en la revista digital Jesucristo Vivo:

1-Concurriendo a la Santa Misa - http://www.jesucristovivo.org/Articulos/06/6_9.html
2-La Santa Misa - http://www.jesucristovivo.org/Articulos/07/7_1.html
3-Concurriendo a la Santa Misa III - http://www.jesucristovivo.org/Articulos/08/8_1.html
4-Liturgia Eucarística o del Sacrificio - http://www.jesucristovivo.org/Articulos/09/9_2.html
5-La Santa Misa V - http://www.jesucristovivo.org/Articulos/11/11_9.html
6-Ite, Missa Est - http://www.jesucristovivo.org/Articulos/12/12_2.html

ApostdelaNuevEvang http://www.youtube.com/user/ApostdelaNuevEvang
Testimonio de Catia Rivas sobre la Santa Misa (10 videos) http://www.youtube.com/watch?v=dOqfhcY0vVg&feature=PlayList&p=A471DDB992393E95&index=0&playnext=1

Otros libros dados a Catalina: http://www.grancruzada.org/2/books.aspx?cid=26&c=Spanish%20Books

http://www.grancruzada.org/2/books.aspx?cid=26&c=Spanish%20Books