... recen durante nueve días los
salmos: “Los Cielos pregonan
la Gloria de Dios” (Sal 19) y “Desde
lo hondo a Ti grito, Señor” (Sal 130).
Y enciendan nueve cirios de cera
blanca en honor de los nueve coros angélicos...
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El padre Richa, jesuita, en un pequeño libro
publicado en 1751, dice que había en Florencia un monasterio de religiosas
benedictinas muy devotas de san Rafael que tuvieron que sufrir una gran prueba
que las tenía muy afligidas.
Un día, un joven peregrino que pedía limosna, les
dijo: “Voy a Roma y allí ayudaré, y a mi regreso les traeré buenas noticias. Que la Comunidad rece durante nueve días los salmos: “Los
cielos pregonan la gloria de Dios” (Sal 129) y “Desde lo hondo a Ti grito, Señor”
(Sal130). Y que enciendan nueve cirios de
cera blanca en honor de los nueve coros angélicos.
Tiempo después, un domingo, 1 de octubre, la Madre
abadesa se hallaba con algunas religiosas, cuando un joven llegó a ellas de
prisa y les dijo: “Buenas noticias”. Y se retiró.
En efecto, el asunto había sido resuelto
favorablemente y ellas se vieron libres de toda preocupación. En prueba de
reconocimiento, la abadesa, Margarita Macci, hizo representar en un cuadro a
san Rafael con traje de peregrino tal como se les había aparecido. Las
religiosas establecieron la costumbre de rezar todas las tardes, después de
Completas, los salmos recomendados por el arcángel. Además, durante nueve días continuos antes de la fiesta de los
santos arcángeles del 29 de setiembre, encienden nueve cirios de cera blanca en
honor de los nueve coros de los ángeles.
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2 El Cielo proclama la
Gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de Sus manos; 3 un día transmite al otro este mensaje y las noches se van dando la noticia. 4 Sin hablar, sin pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, 5 resuena su eco por toda la tierra y su lenguaje, hasta los confines del mundo. Allí puso una carpa para el sol, 6 y este, igual que un esposo que sale de su alcoba, se alegra como un atleta al recorrer su camino. 7 Él sale de un extremo del cielo, su órbita llega hasta el otro extremo, y no hay nada que escape a su calor.
8 La Ley del Señor es perfecta,
reconforta el alma; |
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el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple. 9 Los Preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los Mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. 10 La Palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los Juicios del Señor son la Verdad, enteramente justos. 11 Son más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal. 12 También a mí me instruyen: observarlos es muy provechoso. 13 Pero ¿quién advierte sus propios errores? Purifícame de las faltas ocultas. 14 Presérvame, además, del orgullo, para que no me domine: entonces seré irreprochable y me veré libre de ese gran pecado. 15 ¡Ojalá sean de Tu agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta Ti mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi Redentor! |
130 1
Canto de peregrinación.
Desde lo más profundo Te invoco, Señor. 2 ¡Señor, oye mi voz! Estén Tus oídos atentos al clamor de mi plegaria. 3 Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir?
4
Pero en Ti se encuentra el perdón,
para que seas temido. |
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LETANÍAS A SAN GABRIEL
San Gabriel Arcángel, ruega por nosotros.
San Gabriel, que habéis manifestado las Divinas visiones al
profeta Daniel...
San Gabriel, que te apareciste a Zacarías para anunciarle el
nacimiento y el ministerio glorioso de su hijo Juan Bautista...
San Gabriel, que has sido enviado por Dios a la Virgen Santísima
para anunciarle el Nacimiento del Salvador...
San Gabriel, que has traído a la tierra el Nombre de Jesús...
San Gabriel, que ofreces nuestras oraciones al Altísimo...
San Gabriel, protector especial de las almas castas...
San Gabriel, guardián poderoso de la Bienaventurada Virgen
María...
San Gabriel, lleno de la Fuerza de Dios...
San Gabriel, Mensajero de Dios...
San Gabriel, defensor de la Fe cristiana...
San Gabriel, adorador perfecto del Verbo Divino...
San Gabriel, protector del Niño y de Su Madre...
San Gabriel, ángel de la virginidad consagrada...
San Gabriel, protector de las comunicaciones y de la unidad de
los creyentes...
San Gabriel, ángel de la humildad...
San Gabriel, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
..
Oremos.
Oh Dios, que habéis escogido entre todos los ángeles al Arcángel
San Gabriel para anunciar el Misterio de la Encarnación de Tu Hijo
Jesús, concédenos, Te pedimos, poder disfrutar aquí en la tierra de su poderosa
intercesión. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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LETANÍAS A SAN RAFAEL
San Rafael Arcángel, ruega por nosotros.
San Rafael, que habéis librado al joven Tobías de todos los
peligros...
San Rafael, que habéis liberado a Sara del poder del demonio...
San Rafael, que habéis ayudado a Tobías y Sara en su
matrimonio...
San Rafael, que habéis librado a Tobías del peligro del pez...
San Rafael, que habéis dado la felicidad a toda la familia de
Tobías...
San Rafael, Medicina de Dios...
San Rafael, protector de los viajeros y caminantes...
San Rafael, Médico Celestial...
San Rafael, que ofreces nuestras oraciones a Dios...
San Rafael, auxilio y protector de los marineros y de los
médicos...
San Rafael, amigo inseparable y compañero de camino...
San Rafael, ayuda para los que se confiesan y se reconcilian con
Dios...
San Rafael, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
....
Oremos.
Oh Dios, que has escogido entre todos los ángeles del Cielo a San
Rafael para acompañar a los viajeros y protegerlos de todos los peligros de
esta vida y llevarlos sanos y salvos a la Patria Celestial, Te pedimos que nos
ayude con su intercesión durante nuestro peregrinaje terrestre y nos libre de
todo mal. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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San Miguel Arcángel, defiéndenos en
la batalla. Se nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del maligno.
Que Dios lo reprima, pedimos suplicantes, y tú, oh príncipe de la Milicia Celestial,
arroja a lo más profundo del infierno, con el Divino Poder, a satanás y también
a los otros espíritus inmundos que vagan por el mundo, buscando la perdición de
las almas. Amén.
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LETANÍAS A SAN MIGUEL
San Miguel Arcángel, ruega por nosotros.
San Miguel, jefe de todos los ángeles...
San Miguel, lleno de la Sabiduría de Dios...
San Miguel, fuerte en el combate...
San Miguel, terror de los demonios...
San Miguel, vencedor de satanás...
San Miguel, nuestro apoyo en la lucha contra el mal...
San Miguel, príncipe de la Milicia Celeste...
San Miguel, fiel servidor de Dios...
San Miguel, Mensajero de Dios...
San Miguel, ángel de la Paz...
San Miguel, guardián del paraíso...
San Miguel, sostén del pueblo de Dios...
San Miguel, guardián y patrono de la Iglesia...
San Miguel, bienhechor de los pueblos...
San Miguel, consolador de las almas del Purgatorio...
San Miguel, luz y confianza de los agonizantes...
..
Oremos.
Oh Dios, Todopoderoso y Eterno, que has puesto a San Miguel como
guardián de la Iglesia y del Paraíso, concédenos por su intercesión vivir
Contigo en Gracia en esta vida y, después, la Vida Eterna. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
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CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL
San Miguel, gran Príncipe del Cielo y guardián fiel de la Santa
Iglesia, yo,
aunque indigno, me presento ante ti, acompañado de mi ángel
custodio, confiado en tu bondad y en Presencia de todos los Ángeles del Cielo,
como testigos, yo me pongo bajo tu protección y amparo, prometiendo honrarte y
hacerte honrar.
Asísteme durante mi vida para que nunca ofenda a Dios en obras,
palabras o pensamientos.
Defiéndeme de todas las asechanzas del demonio y, especialmente,
de las tentaciones contra la fe y la pureza.
San Miguel Arcángel, príncipe de las Milicias Celestiales,
quiero ser uno de tus fieles devotos, y pongo mi vida con todo lo que soy y
tengo bajo tu poderosa protección.
Ayúdame en todos los momentos, líbrame de todo poder del maligno
y concédeme la Gracia de amar cada día más a mi Dios y Señor por medio de María.
Y en la hora de mi muerte, dame la Paz, llevándome a la Patria Celestial.
Amén.
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NOVENA A SAN MIGUEL Y A LOS NUEVE
COROS DE ANGELES
I.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios nuestro Señor prepare
nuestras almas para recibir dignamente en nuestros corazones el fuego de la
caridad perfecta. Amén.
1 Padrenuestro
3 Avemarías
II.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la Gracia de abandonar los caminos del pecado y seguir el camino de la
perfección cristiana. Amén.
3 Avemarías
III.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios Nuestro Señor derrame en
nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén.
1 Padrenuestro
3 Avemarías
IV.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de las Potestades, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la Gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras
pasiones. Amén.
1 Padrenuestro
3 Avemarías
V.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de las Dominaciones, que Dios Nuestro Señor
proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén.
1 Padrenuestro
3 Avemarías
VI.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios Nuestro Señor nos
conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.
1 Padrenuestro
3 Avemarías
VII.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se
digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.
1 Padrenuestro
3 Avemarías
VIII.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la Gracia de la Perseverancia final en la Fe y en las buenas obras, y
así nos lleve a la Gloria del Paraíso. Amén.
3 Avemarías
IX.
Por la intercesión de
San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos
conceda la Gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos
guíen a la Gloria Eterna. Amén.
1 Padrenuestro
3 Avemarías
Se reza un Padrenuestro en honor de cada uno de los
ángeles: Miguel, Gabriel, Rafael y nuestro ángel custodio.
V.- Rogad por nosotros, San Miguel, príncipe de la
Iglesia.
R.- Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos.
Omnipotente y Eterno Dios, Te adoramos y Te bendecimos. En Tu
maravillosa Bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del
género humano, has escogido al glorioso arcángel San Miguel, como Príncipe de
Tu Iglesia.
Humildemente, Te suplicamos, Padre Celestial, que nos libres de
nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitas que ningún espíritu
maligno se nos acerque para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor nuestro,
guíanos por medio de este mismo arcángel. Que él nos conduzca a la Presencia de
Tu Excelsa y Divina Majestad. Te lo pedimos por los méritos de Jesucristo,
Nuestro Señor.
Amén
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El año 452, Atila con su ejército se presentó a las
puertas de Roma dispuesto a conquistarla a sangre y fuego. El Papa León I
consagró Roma a San Miguel Arcángel y, después, salió al encuentro de Atila. Y
ocurrió el milagro. Atila se alejó de Roma.
Inmediatamente, edificaron una iglesia al Arcángel
San Miguel, que le fue consagrada el 29 de setiembre y desde entonces ese es el
día de la fiesta de San Miguel. Después del concilio Vaticano II, se le añadió
también la fiesta de los Arcángeles Gabriel (25 marzo) y Rafael (24 octubre) .
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LOS ANGELES Y ARCANGELES – artículo de Jesús Marti Ballester sobre el tratado
de los ................................ángeles de Santo
Tomás
.................................... http://www.ciberia.es/~jmarti/LOS%20ANGELES%20Y%20LOS%20ARCANGELES.htm