jueves, 3 de marzo de 2011

Hora Santa a Cristo Crucificado



ADOREMOS A CRISTO CRUCIFICADO
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Exposición del Santísimo
TODOS: Señor y Dios mío creo que estas realmente Presente en este Sacramento, que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia, Te pido perdón de mis pecados y Gracia para hacer con fruto este momento de oración. Madre mía Inmaculada, San José mi padre y señor, ángel de mi guarda, intercedan por mí.
Letanías de la Humildad
del Cardenal Merry del Val
-Jesús manso y humilde de Corazón. Óyeme.
-Del deseo de ser estimado . Líbrame Jesús
-Del deseo de ser alabado, “
-Del deseo de ser honrado,

-Del deseo de ser aplaudido, “
-Del deseo de ser preferido a otros, “
-Del deseo de ser consultado, “
-Del deseo de ser aceptado,

-Del temor de ser humillado, “
-Del temor de ser despreciado, “
-Del temor de ser reprendido, “
-Del temor de ser calumniado, “
-Del temor de ser olvidado, “
-Del temor de ser puesto en ridículo,“
-Del temor de ser injuriado, “
-Del temor de ser juzgado con malicia,“
-Que otros sean más estimados que yo, ... Jesús dame la Gracia de desearlo
-Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse, “
-Que otros sean alabados y de mí no se haga caso, “
-Que otros sean preferidos a mí en todo, “
-Que los demás sean más santos que yo, con tal que yo sea todo lo santo que pueda, “
ORACIÓN
Oh Jesús que, siendo Dios, Te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo eterno que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concédenos la Gracia de aprender y practicar Tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de Ti en el Cielo. Amén
ADORACIÓN
LECTOR: Señor, Jesucristo, que has unido estrechamente Tu Misterio Eucarístico al mandamiento de amar y servir a nuestros hermanos, Te adoramos postrados ante Tu Presencia.
TODOS: Al lavar los pies a Tus apóstoles en la última Cena, nos has enseñado a unir nuestra adoración al empeño cotidiano de servir a los hermanos.
LECTOR: Necesitamos, Señor, encontrar la dulzura y la paz de la intimidad Contigo, huésped discreto de nuestros Sagrarios.
TODOS: Pero queremos abatir también las barreras que con frecuencia separan todavía nuestra piedad de la vida comunitaria.
LECTOR: Ayúdanos a creer más y amar más. Haz eucarística nuestra existencia en estos años dramáticos y maravillosos, al principio del tercer milenio cristiano.
TODOS: Haz que nuestras comunidades reencuentren la alegría de seguirte a Ti, nuestro Maestro y Guía, en el camino hacia el Padre.
LECTOR: Oh María, Madre de Jesús y Madre nuestra, Tú nos has invitado a adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento y nos has asegurado que Tú siempre estarías presente cuando los fieles están en adoración.
TODOS: ¡Oh María, gracias, por Tu presencia! Por eso Te entrego mi corazón, para que pueda adorar a Jesús Tu hijo como Tú. Amén.
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Momento de silencio
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ALABANZA Y ACCIÓN DE GRACIAS
(Beata María Faustina del Santísimo Sacramento)
LECTOR: Oh Jesús, escondido en el Santísimo Sacramento, Tú con una sola palabra habrías podido salvar miles y uno solo de Tus suspiros habría satisfecho la justicia de Tu Padre.
TODOS: Pero Tú, oh Jesús, Te entregaste por nosotros a tan asombrosa Pasión únicamente por amor, y Te has anonadado por Tu Misericordia.
LECTOR: Tú, oh Señor, partiendo de esta tierra deseaste quedarte con nosotros y Te quedaste en el Sacramento del altar abriéndonos de par en par Tu Misericordia.
TODOS: No hay miseria que Te pueda agotar; llamaste a todos a esta fuente de amor, a este manantial de Piedad Divina.
LECTOR: Aquí está el Trono de Tu Misericordia, aquí el remedio para nuestras enfermedades.
TODOS: Oh fuente viva de Misericordia, hacia Ti corren todas las almas: unas como ciervos, sedientos de Tu Amor, otras para lavar las heridas de sus pecados, otras aún, cansadas de la vida, para tomar fuerza.
LECTOR: Cuando estabas muriendo en la cruz, en aquel momento nos donaste la Vida Eterna.
LECTOR: Al permitir que se abriera Tu Sacratísimo costado nos abriste la inagotable fuente de Tu Misericordia y nos ofreciste lo más valioso que tenías: la Sangre y el Agua de Tu Corazón.
LECTOR: He aquí la Omnipotencia de Tu Misericordia, de ella toda Gracia fluye hacia nosotros.
TODOS: Adorado seas, oh Dios, en la obra de Tu Misericordia; bendito seas por todos los corazones fieles sobre los cuales se posa Tu mirada, en los cuales está Tu Vida Inmortal.
LECTOR: Oh mi Jesús de la Misericordia, Tu Santa vida sobre la tierra ha sido dolorosa y terminó entre terribles tormentos; suspendido en la cruz, por amor a nuestras almas.
TODOS: En el Santísimo Sacramento no has dejado Tu Misericordia; Tu Amor ha proveído que caminando por la vida, entre sufrimientos y fatigas, nunca dudemos de Tu Bondad y de Tu Misericordia.
Fuente: http://www.diocesisdetlaxcala.org.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=1203:hora-santa-cristo-crucificado&catid=94:adoracion&Itemid=1248
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