sábado, 17 de julio de 2010

Mes del Sagrado Corazón

En este mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, les ofrezco estos enlaces a una serie de videos editados por Hombre Nuevo, sobre el convento
-->de Paray-le-Monial y la capilla donde tuvieron lugar las apariciones de Jesús a Santa Margarita María Alacoque y sobre la basílica del Sagrado Corazón, en París.


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-->El Sagrado Corazón de Jesús 2 http://www.youtube.com/watch?v=xPQ88P8WAdA&feature=related
-->El Sagrado Corazón de Jesús 3 http://www.youtube.com/watch?v=HMuTE7mfuYQ&feature=related
El Sagrado Corazón de Jesús 7 http://www.youtube.com/watch?v=0eg75s3ySH8


Cuerpo incorrupto de Sta. Margarita María Alacoque, vidente del Sagrado Corazón de Jesús
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-->Sitio oficial del convento de Paray-le-Monial: http://www.sanctuaires-paray.com/spip.php?article14


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Homilía del Santo Padre Juan Pablo II, 6 de Junio de 1999 en Elblag, Polonia
ALABAR Y GLORIFICAR AL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hermanos y hermanas:
1. «Damos Gloria a Tu Corazón, Jesús nuestro, oh Jesús...». Doy gracias a la Divina Providencia por poder estar con vosotros para alabar y glorificar al Sacratísimo Corazón de Jesús, en el que se ha manifestado del modo más pleno el Amor paterno de Dios. Me alegra que se mantenga viva siempre en Polonia la buena costumbre de rezar o cantar todos los días del mes de junio las letanías del Sagrado Corazón.
2. «Corazón de Jesús, fuente de Vida y Santidad, ten Misericordia de nosotros». Así lo invocamos en las letanías. Todo lo que Dios quería decirnos de Sí mismo y de Su Amor, lo depositó en el Corazón de Jesús y lo expresó mediante este Corazón. Nos encontramos frente a un Misterio inescrutable. A través del Corazón de Jesús leemos el eterno Plan Divino de la salvación del mundo. Y se trata de un proyecto de Amor. Las letanías que hemos cantado contienen de modo admirable toda esta Verdad.
Hoy hemos venido aquí para contemplar el Amor del Señor Jesús, Su Bondad, que se compadece de todo hombre; para contemplar Su Corazón Ardiente de Amor por el Padre, en la Plenitud del Espíritu Santo. Cristo nos ama y nos muestra Su Corazón como fuente de vida y santidad, como fuente de nuestra redención. Para comprender de modo más profundo esta invocación, tal vez es preciso volver al encuentro de Jesús con la samaritana, en la pequeña localidad de Sicar, junto al pozo, que se encontraba allí desde los tiempos del patriarca Jacob. Había acudido para sacar agua. Entonces Jesús le dijo: «Dame de beber»; ella le replicó: «¿cómo Tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?». El evangelista añade que los judíos no se trataban con los samaritanos. Jesús, entonces, le dijo: «Si conocieras el Don de Dios y quién es el que te dice 'dame de beber' tú le habrías pedido a Él, y Él te habría dado Agua Viva (...); el Agua que Yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que salta hasta la Vida Eterna» (Jn 4, 1-14). Palabras misteriosas.
Jesús es la fuente; de Él brota la Vida Divina en el hombre. Sólo hace falta acercarse a Él, permanecer en Él, para tener esa Vida. Y esa Vida no es más que el inicio de la santidad del hombre, la santidad de Dios, que el hombre puede alcanzar con la ayuda de la Gracia. Todos anhelamos beber del Corazón Divino, que es fuente de Vida y Santidad. (...)
5. Queridos hermanos y hermanas, contemplemos al Sagrado Corazón de Jesús, que es fuente de Vida, pues por medio de Él se ha logrado la Victoria sobre la muerte. También es fuente de Santidad, pues en Él ha quedado derrotado el pecado, que es el enemigo de la Santidad, el enemigo del progreso espiritual del hombre. Del Corazón del Señor Jesús deriva la santidad de cada uno de nosotros. Aprendamos de ese Corazón el Amor a Dios y la comprensión del misterio del pecado, mysterium iniquitatis. Hagamos actos de reparación al Corazón Divino por los pecados cometidos por nosotros y por nuestro prójimo. Reparemos por el rechazo de la bondad y del amor de Dios. Acerquémonos diariamente a esta fuente, de la que brotan manantiales de Agua Viva. Pidamos, como la samaritana: «Dame de esa Agua», pues da la Vida Eterna.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de Caridad.
Corazón de Jesús, fuente de Vida y Santidad.
Ten misericordia de nosotros. Amén.

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